Aragón jugó un papel fundamental en la Guerra Civil. El territorio estuvo dividido entre ambos bandos desde el inicio del conflicto y fue el escenario de varias operaciones militares y batallas como las de Belchite y Teruel. Es por ello que en la zona podemos encontrar algunas construcciones como la Línea del Cinca, la principal obra defensiva levantada por el bando republicano en Aragón.
El sector de Monzón es el mejor conservado
Entre las localidades de Boltaña, en Huesca, y Horta de Sant Joan, en Tarragona, nos topamos con una increíble sucesión de fortificaciones construidas entre agosto de 1936 y finales de 1937. Esta masiva obra defensiva fue promovida por el Comité de Milicias de Cataluña "en previsión de una ruptura del frente de Aragón", detalla Miguel Cuesta Aguirre en su libro Rutas de la Guerra Civil (Anaya Touring).
La Línea del Cinca se extendía a lo largo de 200 kilómetros y contaba con 130 refugios, 270 nidos de ametralladora, 140 emplazamientos de artillería y capacidad para 15.000 soldados. Esta se dividía en tres grandes sectores y es entre las localidades oscenses de Monzón y Barbastro donde encontramos la zona que ha llegado a nuestros días en mejores condiciones, ya que "conserva la mayor densidad de vestigios visitables en apenas un puñado de kilómetros", señala Cuesta. Solo en este sector se llegaron a construir 66 emplazamientos para ametralladoras, otros tres artilleros y atrincheramientos para un total de 4.000 soldados.
Un recorrido por la historia
El punto de partida para las visitas es el Centro de Interpretación de la Línea del Cinca ubicado en Monzón. Este se emplaza en un palacete rehabilitado con una recreación de una casa aragonesa de los años 20 en la planta superior. Por otro lado, en los pisos inferiores, los visitantes podrán descubrir todos datos sobre la construcción de la línea defensiva.
Por otro lado, a las afueras de la localidad de Castejón del Puente, también en Huesca, se encuentra una de las mejores fortificaciones de la Línea del Cinca. El Complejo fortificado Tozal de las Aguaderas "es un conjunto de trincheras a cielo abierto, galerías subterráneas, casamatas y refugios construido sobre un cerro", explica Cuesta. Para poder visitar el interior hay que contactar con el Ayuntamiento.
Para continuar con este recorrido por la historia y profundizar más en esta enorme construcción, se pueden visitar otros puntos como los nidos de ametralladora de Selgua, la posición artillera de Fonz y los nidos de ametralladora del Puente de las Pilas.
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