Toda España lleva sufriendo una fuerte sequía desde hace semanas, aunque seguramente la zona más golpeada por la falta de lluvias haya sido Cataluña. La comunidad ya ha establecido un plan para intentar subsanar esta extrema situación, aunque los estragos ya se han hecho notar, especialmente en los pantanos; de hecho, tal es el ínfimo nivel de caudal que hay en el embalse de Sau (4%), que el pueblo que estaba sumergido bajo sus aguas, Sant Romà de Sau, ha vuelto a la superficie.
Si en México ya había resurgido una iglesia en Oaxaca por el mismo motivo, a este lado del Atlántico la problemática también está presente. Desde 1963, año en el que se construyó el embalse, la localidad había quedado completamente oculta bajo las aguas del río Ter, y habían sido muy pocas las ocasiones en las que se habían podido observar alguna piedra de los edificios que conformaban este pueblo cuyos orígenes se remontan a más de un milenio atrás.
La torre del campanario que indica el nivel de sequía
Los primeros indicios de un asentamiento en la zona datan de finales del siglo X, mientras que su iglesia se erigió en el año 1062. Construida en un estilo románico lombardo, la torre de tres pisos del templo siempre era lo primero que se vislumbraba cuando bajaba el nivel del agua, aunque ahora se puede ver en su totalidad. Eso sí, un terremoto y varias reformas transformaron radicalmente el edificio, que quedó en desuso en 1960 después de que los pocos habitantes que quedaban en el pueblo tuviesen que marcharse por la construcción del embalse.
Aunque ya ha habido más ocasiones en las que se ha podido ver la iglesia, e incluso casi todo el pueblo en su totalidad, casi nunca el municipio había quedado tan a la superficie como ahora, cuando se puede pasear por sus contadas calles y tocar las ruinas de los edificios que normalmente están sumergidos en el embalse.
A pesar de que se trata de una situación devastadora, puede ser una oportunidad única para conocer uno de los pueblos sumergidos que hay en España. La sequía está haciendo estragos en toda la Península Ibérica, por lo que podría no ser la única localidad que estaba sumergida y prácticamente olvidada que vuelva a aparecer debido a la falta de precipitaciones en todo el país.
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