El derecho a reparar es una política que obliga a los fabricantes a proporcionar a los usuarios y empresas reparadoras todas las herramientas, piezas y manuales necesarios para arreglar un aparato electrónico por cuenta propia, sin depender de los canales oficiales autorizados por el fabricante.
En los últimos años, este derecho se ha convertido en una de las exigencias más recurrentes por parte de los consumidores, debido a que nuestros dispositivos cada vez se estropean antes y algunos fabricantes no lo ponen fácil para poder repararlos.
Pero ante esta situación, hace casi tres años, la Unión Europea dictaminó que aquellas empresas que venden neveras, lavadoras, secadores de pelo o televisores deben asegurarse de que esos electrodomésticos puedan repararse hasta por diez años. Además, están en la obligación de proporcionar todas las piezas y manuales para garantizar una reparación completa.
Aunque para seguir defendiendo este derecho, el año pasado, la Comisión Europea presentó una nueva propuesta para reforzar los derechos de los consumidores cuando se averían dispositivos, imponiendo a los fabricantes la obligación de reparar un aparato estropeado hasta diez años después de su compra.
Y, ahora, los negociadores del Parlamento Europeo han acordado reforzar las normas de protección del consumidor que establecen el derecho a reparar para asegurar que, cuando se averían dispositivos, el cliente podrá exigir la reparación del aparato en lugar de su reemplazo. Además, cuando opte por esta opción, se prorrogará doce meses la garantía del aparato electrónico.
Qué dice la nueva reforma sobre el derecho a reparar
Esta reforma, que necesita aún el visto bueno del pleno de la Eurocámara y del Consejo para ser adoptada como ley, obligará a los fabricantes a realizar las reparaciones necesarias "en un plazo razonable" y, en caso de que no sea gratuito, también a un "precio razonable".
Además, el consumidor podrá elegir entre la reparación y la sustitución dentro del plazo de responsabilidad del vendedor incluido en la garantía. Es decir, si el consumidor opta por la reparación, el plazo de responsabilidad del vendedor se ampliará en doce meses a partir del momento en que el producto se ponga en conformidad.
Por otro lado, la normativa establece que los consumidores que opten por la reparación tendrán derecho a recibir un dispositivo de sustitución prestado mientras se arregla el de su propiedad, o incluso elegir una unidad reacondicionada como alternativa.
Habrá un formulario de información sobre reparación
También, se crea un formulario europeo de información sobre reparación que los usuarios pueden solicitar a cualquier taller de reparación, de esta manera, aportan transparencia sobre las condiciones y el precio de la reparación. Asimismo, hay una plataforma de reparación online para poner en contacto a los consumidores con los talleres de reparación y los vendedores de productos renovados en su zona.
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