Seguro que en muchas ocasiones en las que tu router WiFi funciona mal has probado a mover las antenas en todas las direcciones posibles y, aunque la mayoría de ellas son omnidireccionales y propagan ondas en todas las direcciones, siempre se puede mejorar su señal si se colocan de manera correcta. Por ello, te explicamos como hacerlo para disfrutar de la mejor conexión posible.
Las ondas emitidas por el router no se propagan de la misma manera, por mucho que sean omnidireccionales, ya que tienen forma de disco y se expanden de forma perpendicular a la antena. Por norma general se suele recomendar que al menos una de las antenas esté colocada de manera vertical, apuntando al techo. Así la señal se propaga en horizontal, que es donde se encontraran la mayoría de los dispositivos.
Lo más habitual es colocar la televisión, el portátil o cualquier elemento que necesite internet, en el mismo nivel y, si puede ser, a la misma altura, sin obstáculos que se interpongan entre ambos. Algunos de los obstáculos que más dañan la señal WiFi son el metal, las paredes de piedra, incluso el agua.
En cambio, lo tiene más fácil si se trata de materiales menos fuertes como la madera, por lo que si lo colocamos más cerca de las puertas que de las paredes podrá ser más eficaz. Si se da el caso en el que el router tiene más de dos antenas, se recomienda que se coloquen de manera perpendicular, una en vertical y otra en horizontal.
Eso sí, si el router se encuentra en un sitio o lugar poco accesible, se tiene que adaptar la dirección de la antena para desperdiciar menor cantidad de señal posible en los planos elevados o en los que no tengamos ningún dispositivo conectado.
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