La compañía tecnológica Sony ha lanzado un programa de rescate para sus perros robóticos Aibo ERS-1000, llamado 'Programa de Adoptantes de Aibocon’, con la intención de que tengan una segunda oportunidad una vez que sus usuarios los hayan retirado y utilizarlos en entornos médicos y centros de salud.
La empresa los introdujo en noviembre de 2017, destacando su capacidad para establecer conexiones emocionales con los miembros de la familia, proporcionándoles amor, afecto y la satisfacción de cuidar y criar a un compañero.
Por ello, algunos propietarios optan por utilizar estos dispositivos como un recurso de apoyo emocional, especialmente para individuos con necesidades especiales, ya que tienen la capacidad de simular comportamientos auténticos.
Estos robots, que se asemejan a cachorros dálmatas sin manchas, muestran unos movimientos muy fluidos gracias a sus 22 ejes de movimiento y están equipados con sensores para responder a la voz y el tacto, además de que pueden expresar emociones mediante dos luces OLED ubicadas en sus ojos.
Para que funcione, necesita la aplicación My Aibo, la cual hace uso de la inteligencia artificial (IA) para aprender de las interacciones con sus dueños, desarrollando con el paso del tiempo una personalidad única, según lo explicado por el fabricante japonés.
La compañía ha reconocido que, en colaboración con instituciones médicas, ha encontrado que la interacción con ‘perro robot’ puede tener un impacto positivo en los pacientes, sus familias y la persona, razón por la cual busca hacer que el robot sea más sostenible.
Sony está buscando que los usuarios que dejen de usar estos robots contribuyan al plan Aibo AI Cloud, que garantiza actualizaciones de firmware para el robot y mantiene la conexión con la aplicación My Aibo, entre otras características. Esto se haría a través de donaciones de los robots para su uso en contextos médicos.
Se anticipa que la primera fase de reclutamiento de robots Aibo en buen estado comenzará en diciembre de 2023, y se ha anunciado que estos ejemplares recibirán un collar exclusivo para distinguirlos como adoptados. Aquellos que no cumplan con los requisitos necesarios podrían ser utilizados en la producción de nuevas unidades.
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