La empresa neurotecnológica Neuralink está elaborando una tecnología con el objetivo de curar afecciones neurológicas como la demencia, lesiones de la médula espinal y el Alzhéimer. Por ello, la compañía está desarrollando interfaces de ancho de banda para que los cerebros humanos conecten con los ordenadores a través de unos pequeños electrodos que permiten comunicarse de forma inalámbrica.
Esta idea se ha comenzado a probar en cerdos y monos mediante la colocación de un chip en el cerebro de estos animales. Algo que en ciertos sectores se entiende como una acción muy poco ética, pero que Neuralink quiere dar a entender como un proyecto que se convertirá en otra innovación científica. La empresa comenzó a probar su tecnología en los cerdos a mediados de 2020 y se estima que se realice una posible prueba en humanos para finales de 2021.
Parece que la compañía de Elon Musk, además, quiere apoderarse de las industrias de los móviles y los ordenadores.
¿Qué utilidad tiene el chip?
Neuralink asegura que tener un dispositivo así en el cerebro nos brindaría la capacidad de comunicarnos 'de forma inalámbrica' con la nube, ordenadores, dispositivos electrónicos e incluso otro cerebro de cualquier persona que tenga una interfaz similar. Es decir, se trata de un sistema de comunicación a través del pensamiento.
Un ejemplo sería ir escribiendo un mensaje en nuestro móvil y poder completarlo con lo que estamos pensando. Una idea muy Black Mirror que traspasa todos los estándares de comunicación hasta ahora conocidos y utilizados.
En línea con la última información oficial que la compañía compartió, en la que se podía ver a un mono de nueve años llamado Pager jugando al clásico videojuego Pong con su mente, Musk dijo en Twitter: “El primer producto Neuralink permitirá que alguien con parálisis use un teléfono inteligente con la mente más rápido que alguien que usa los pulgares”.
Incluso el empresario iba más allá y afirmaba que “las versiones posteriores podrán derivar señales de Neuralinks en el cerebro a Neuralinks en grupos de neuronas motoras/sensoriales corporales, permitiendo así, por ejemplo, que los parapléjicos vuelvan a caminar”.
Hay quienes aseguran que la tecnología de Neuralink será la nueva gran disrupción tecnológica, algo parecido a lo que sucedió cuando los smartphones empezaron a invadir la sociedad sin descanso.
Como sucedió entonces, es más que probable que una parte de la sociedad sea reacia al cambio al principio. Pero si las cosas evolucionan como lo ha hecho la industria de los teléfonos inteligentes, puede que en menos de veinte años todos llevemos un chip de comunicación en nuestra cabeza. ¿No usamos nuestros móviles para comunicarnos? Posiblemente, si nos ofrecen algo mejor, acabemos optando por ello. La tecnología de Neuralink podría ser el iPhone del futuro.
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