Manuela Muñoz
- Named Account Manager de Proofpoint en España
Pasamos varias horas al día navegando por Internet entre redes sociales, compras, noticias de última hora y mensajes a nuestros contactos. Los ciberdelincuentes saben que es ahí donde pueden encontrar a su próxima víctima, por lo que se afanan en acercarse a los usuarios de forma cada vez más sofisticada y precisa.
Aun así, la vulnerabilidad humana ayuda a que todo surta mayor efecto. Sin ir muy lejos, el año pasado un tercio de los usuarios realizó al menos una acción de riesgo, como hacer clic en un enlace malicioso, descargar malware o exponer sus datos. Aparte, más de un 60% desconoce que el texto de un enlace que llega por correo puede no coincidir con la web a la que conduce. Y, en el panorama de amenazas de hoy en día, apenas basta con comprometer la seguridad de una persona para causar graves daños.
Afortunadamente, las funciones de seguridad de los distintos navegadores web alertan a los usuarios de riesgos, pero no impiden que estos lleven a cabo una acción peligrosa. Depende de que la persona piense y actúe —o reaccione— adecuadamente. Eso será la mejor garantía. Por este motivo, la educación y la concienciación sobre seguridad son tan esenciales para ayudar a las personas a reconocer amenazas y aplicar sus conocimientos a situaciones reales.
Junto con la ayuda de la tecnología para hacer de los usuarios una sólida línea de defensa frente a amenazas, conviene tener a mano esta lista con algunos detalles de sitios web y comportamientos sobre seguridad a los que prestar especial atención para evitar riesgos dentro de lo posible:
- El nombre del dominio principal tiene que aparecer de forma correcta, sin que la URL contenga palabras o errores de ortografía inusuales. Conviene tener especial cuidado con seguir enlaces a sitios web que aparezcan en los resultados de motores de búsqueda, ya que podrían dirigir a páginas fraudulentas.
- Las URL acortadas, aunque sea a través de servicios conocidos como Bitly, pueden enmascarar la verdadera identidad de un enlace.
- La aparición de una marca conocida en el sitio web puede dar una falsa sensación de seguridad. Quizá reconozcas al momento esta identidad, pero detente y pregúntate si las imágenes u otros elementos de la página parecen también legítimos.
- Ventanas emergentes en el navegador donde aparecen mensajes solicitando instalar o actualizar software, así como otras advertencias de que la web no es segura, no puede autenticarse o de que falta un certificado de seguridad.
- Descargas gratuitas de películas, vídeos o música en las que puede haber software malicioso oculto, u ofertas en las que se pide información personal a cambio de un obsequio. A menos que se confíe en la fuente, o se haya podido comprobar todo previamente, jamás hay que ingresar datos confidenciales o financieros en una web.
- Por último y no menos importante, mantener actualizado el software del navegador ayudará a protegerlo contra problemas de seguridad conocidos, teniendo especial precaución con extensiones y actualizaciones automáticas de complementos.
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