Google lanzó Bard en marzo de este año, sin embargo, España tuvo que esperar hasta la segunda mitad de julio para tener acceso al chatbot de inteligencia artificial (IA), cuando demostró que cumplía con la normativa de la Unión Europea (UE). La herramienta que compite con ChatGPT de OpenAI puede usarse de forma gratuita, pero tiene una versión de pago (Bard Pro) y no dispone de una aplicación y hay ciberdelincuentes que están haciéndose pasar por los de Alphabet para ofrecer alternativas al plan premium gratis o apps que son falsas y, por ello, hay que andarse con ojo.
Según ha alertado recientemente Google, un grupo de personas está promocionando una versión fraudulenta de Bard que, en realidad, esconde un programa malicioso. En lugar de descargar el servicio de IA de Google, los usuarios que caigan en la trampa estarán instalando un malware en sus dispositivos diseñado para robar las credenciales de las redes sociales.
La estafa de Bard
La compañía asegura que han detectado que tres individuos ubicados en Vietnam estaban detrás del ciberataque y que ya han sido denunciados. Los de Mountain View explican que los ciberdelincuentes usaban las redes sociales, en especial Facebook, para difundir una publicación con un link para descargar lo que decían que era la última versión de Bard.
Los estafadores se aprovechaban de la buena imagen que Google tiene entre la mayoría de los internautas para ganarse la confianza de las víctimas. Una vez que los usuarios se creían la mentira y descargaban el supuesto software de la IA, los ciberdelincuentes obtenían sus datos de inicio de sesión en las redes sociales.
La firma tecnológica ha detallado que ya ha realizado 300 peticiones para borrar el contenido relacionado con esta estafa de Bard. No obstante, menciona la necesidad de que se impida el registro de más dominios similares en el futuro para que esto no se vuelva a repetir.
¿Cómo evitar estafas en Internet?
Aunque el acceso a Internet traiga muchas cosas buenas a la sociedad, es innegable reconocer que también hay bastantes peligros escondidos en la red. Por ese motivo, los usuarios debemos andarnos con ojo al navegar por las páginas y no creernos todo lo que leemos en redes sociales.
Cuando se trata de una supuesta campaña de una empresa, lo ideal es recurrir a las fuentes oficiales, como la web de la propia compañía o sus redes sociales. De este modo, sabremos información real de lo que están haciendo.
En caso de que una marca como Google esté promocionando una nueva actualización de su servicio, este estará disponible en su página verificada. Si no es así, los internautas siempre pueden preguntar a través de los canales que ofrezcan para atenderlos y enterarse de las novedades reales o alertar de que se están haciendo pasar por ellos.
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