El smartwatch es un wearable ya casi imprescindible en nuestro día a día porque podemos mandar mensajes, pagar compras, realizar llamadas, consultar métricas de salud y hacer entrenamientos. Pero más allá de las funcionalidades que ofrece, todavía no somos conscientes de que en verdad se puede 'hackear'.
Si los ciberdelincuentes pueden vulnerar la privacidad de un teléfono u ordenador, también son capaces de recabar información de un smartwatch para realizar ataques, introducir malware o exponer datos confidenciales.
Pero, ¿cómo son posibles estos sucesos? Normalmente, este dispositivo está vinculado a un móvil, por consiguiente, la conexión entre ambos aparatos electrónicos puede ser interceptada en el caso de que un smartphone sea hackeado. Además, la conectividad con el exterior, como el Bluetooth o el sistema de pago NFC, es otra vía de ataque porque se pueden espiar los datos enviados.
Por otro lado, el phishing es una amenaza que llega a través de correos electrónicos o SMS, por lo tanto, si recibes un mensaje sospecho y lo abres desde tu reloj inteligente, debes saber que tu seguridad está en peligro.
Consejos para proteger el 'smartwatch'
Si quieres mantener a tu salvo tu privacidad, puedes seguir los siguientes los consejos para evitar las posibles filtraciones o propagaciones de malware:
- Evitar conexiones a redes públicas.
- Mantener códigos de seguridad robustos.
- Es aconsejable conectar el reloj con pocos dispositivos.
- Instalar todas las actualizaciones de seguridad para evitar errores y vulnerabilidades.
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