La popular serie ‘El juego del Calamar’ ha alcanzado un gran éxito en la plataforma de Netflix, tanto que se lanzó el token ‘SQUID’ dentro del mundo de las criptomonedas.
El precio de dicha moneda estaba inspirada en la serie, no obstante, ayer se desplomó su valor después de que se denunciara que los fundadores anónimos retirasen la criptomoneda y todas las ganancias de las personas que habían invertido en ella.
SQUID se había lanzado el martes pasado a un precio de 0.01 y había aumentado a 4.42 dólares en tan solo 72 horas, además, este mismo lunes 1 de noviembre creció hasta los 38 dólares hasta que en un lapso de 20 minutos su precio había alcanzado un valor de 2.856,64.
Es importante mencionar que el sitio web creado para el token se encuentra fuera de servicio mientras que durante el fin de semana la plataforma CoinMarketCap había denunciado que los usuarios no podían vender la moneda, teniendo en cuenta que tampoco podían hacer algo para proteger las inversiones.
¿En qué consistía la estafa?
Básicamente se trata de una estafa que comúnmente se reconoce como ‘tirón de alfombra’ por los inversionistas criptográficos. Esto ocurre cuando los creadores de la monda cobran rápidamente sus monedas por dinero real, agotando el fondo de liquidez del intercambio que no puede sostener su valor.
Una víctima ha mostrado su frustración en CoinMarketCap porque no puedo vender su token cuando su inversión de 57 dólares pasó a valer 14.000, mientras que otro usuario afirmó que había perdido todo su dinero al haber comprado 5.000 SQUID a un precio de un dólar cada uno.
Además de crear SQUID, los creadores del proyecto también crearon otra moneda llamada ‘Marbles’, un activo que solo se podía ganar si los usuarios participaban en el juego con una temática similar a la serie popular de Netflix. De estos ganadores, los que acumularan dicha moneda serían los únicos que podían vender SQUID en el mercado.
Había señales que hacían dudar de la credibilidad
El hecho de que la criptomoneda tuviese un nulo soporte oficial por parte de Netflix, también había otros factores como los errores ortográficos y gramaticales que hacían dudar sobre la credibilidad de la página.
Por otro lado, en el canal de Telegram no se permitían los comentarios por parte de los usuarios, mientras que en la cuenta de Twitter se hizo todo lo posible para que nadie pudiese responder a las publicaciones, teniendo en cuenta que el perfil se encuentra temporalmente restringido.
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