El telescopio espacial James Webb captura una impresionante imagen de los Pilares de la Creación

Los Pilares de la Creación capturados por el Hubble a la izquierda y por el Webb a la derecha.
Los Pilares de la Creación capturados por el Hubble a la izquierda y por el Webb a la derecha.
NASA
Los Pilares de la Creación capturados por el Hubble a la izquierda y por el Webb a la derecha.
Los Pilares de la Creación capturados por el Hubble a la izquierda y por el Webb a la derecha.
Atlas

El Telescopio Espacial James Webb fotografió con su Cámara de Infrarrojo Cercano (NIRCam) los Pilares de la Creación, una parte de la Nebulosa del Águila que ya había capturado el Hubble. La nueva imagen muestra más a detalle este objetivo espacial, lo que permitirá un mejor estudio de la zona.

Los Pilares de la Creación tienen el término 'pilares' en su nombre por su gran magnitud. En realidad, son zarcillos de gas y polvo cuyo tamaño alcanza los años luz de largo.

Los puntos de color rojizo y brillante que se ve en los bordes de los pilares serían estrellas de solo unos cientos de miles de años. Mientras tanto, las líneas rojas que recorren los pilares son estrellas en formación, es decir, bolas de gas que están naciendo y chocan con el polvo y gas, creando moléculas energéticas de hidrógeno que brillan.

La Nebulosa del Águila mide en total unos 70 años luz por 55 años luz y está a aproximadamente 6.500 años luz de la Tierra. La parte a la que los expertos llaman Pilares de la Creación ocupa más o menos 5 años luz de largo.

En 1745 se conoció la existencia de la nebulosa, sin embargo, el Telescopio Espacial Hubble permitió en 1995 que el mundo pudiese ver los asombrosos pilares que formaban parte de ella. Posteriormente, dicho telescopio capturó de nuevo el sitio en 2014, pero no con tanta nitidez como lo ha hecho la nueva herramienta de la NASA

Los colores marrones y turbios que se veían en la fotografía de Hubble, ahora se ven más brillantes y anaranjados en el Webb. Además, la última imagen muestra las estrellas que rodean a la zona, mientras que la anterior tenía un fondo más difuminado. Estos cambios se deben a que la tecnología del Webb destaca los átomos de hidrógeno en el gas y traspasa las densas nubes de gas y polvo.

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