Se conoce como Síndrome de Turner a la enfermedad que afecta a las mujeres cuando falta un cromosoma X de forma parcial o total y que puede acarrear diferentes problemas de salud.
Aunque padecer el Síndrome de Turner implica la necesidad de atención médica constante, los controles regulares puden ayudar a las personas que padecen esta enfermedad a llevar una vida independiente.
Este síndrome se puede diagnosticar durante la infancia, en la primera infancia, durante la adolescente en los primero años de la edad adulta.
¿Cuáles son los síntomas?
Algunos de los síntomas más comune son la falta de desarrollo de los ovarios, problemas cardíacos, baja estatrura o problemas de desarrollo, aunque los síntomas dependen de de la edad.
Antes de nacer se puede sospechar de esta enfermedad a través de análisis para la detección de ADN fetal libre o con una ecografía. Los síntomas puede ser edemas en la parte trasera del cuello y anomalías en los riñones o el corazón.
Durante la niñez los signos más comunes de este síndrome son el cuello ancho, los pezones de gran separación, retraso en el crecimiento, inflamacion de manos y pies, dedo cortos, uñas de las manos hacia arriba, retaso en el crecimiento o paladar alto y estrecho.
En la adolescencia y la edad adulta los síntomas más comunes son la baja estatura, la insuficiencia ovárica, falta de los cambios sexuales propios de la pubertad, finalización precoz de los ciclos menstruales.
Cómo tratar el Síndrome de Turner
El tratamiento de este síndrome depende de los síntomas de cada caso y se decide a través de la evaluación de las consecuencias físicas y mentales de este trastorno.
Habitualmente los tratamientos de esta enfermedad pasan por terapias con hormonas. Una opción es a través de la hormona de crecimiento para intentar aumentar la estatura y el crecimiento óseo. La oxandrolona aumenta la proteína del organismo, por lo que mejora la densidad ósea mineral.
En la pubertad es habitual que las mujeres que sufren el Síndrome de Turner inicien una terapia con estrógenos. Con este tratamiento se pretende ayudar al desarrollo de las mamas y a mejorar el volumen del útero. Normalmente las personas que padecen este síndrome continúan con el tratamiento de estrógenos hasta la menopausia.
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