Las mejores planchas de pelo para no quemarlo: el tamaño y la temperatura importan

Durante el verano nuestro cabello necesita unos cuidados extras.
Aspectos a tener en cuenta para el cuidado del cabello.
PEXELS
Durante el verano nuestro cabello necesita unos cuidados extras.

Antes de adquirir una plancha para tu cabello, hay varios factores a tener en cuenta en función del tipo de pelo y del efecto que se quiera conseguir con el objetivo de no dañarlo. En este sentido, lo principal es comprobar cuáles son todas las características para evitar que el cabello se queme o se debilite, sobre todo si usas este aparato de forma diaria. 

"Hoy en día están fabricadas con unos componentes cerámicos y de iones que permiten obtener melenas lisas y sanas en pocos minutos sin que el cabello sufra", explica la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). Pero, ¿qué hay que tener en cuenta antes de comprar una plancha para el pelo? ¿Cuáles son los diferentes materiales y precios?

¿Qué placas son las más recomendadas?

Uno de los aspectos fundamentales antes de elegir una plancha es conocer el tipo de placas. "Las planchas de pelo en realidad son una pinza que cuenta con dos placas alisadoras que se calientan gracias a unas resistencias y son las que moldean el cabello", detalla la OCU.

En este sentido, en el mercado se pueden encontrar dos tipos de plancha según el material de las placas:

  • Plancha de material cerámico: es el tipo de material más común y utilizado porque distribuye el calor de forma homogénea. Además, "se desliza con suavidad por el pelo, sellando las puntas y dando brillo". Este tipo de planchas están indicadas para cabellos finos y lisos.
  • Planchas de titanio: este material es más resistente y duradero. Están indicadas para personas con un cabello más grueso y rizado.

Las placas que están fabricadas con cerámica o titanio son las más recomendables. "Las que únicamente llevan un recubrimiento de alguno de estos materiales, más baratas, pueden llegar a dañar el pelo cuando esa capa exterior se desgasta", advierte la organización. 

Otros materiales como la queratina, la plata o los ionizadores pueden aportar un complemento positivo para el cuidado del cabello, "pero no son decisivos y suelen ser usados por las marcas como estrategia de marketing". De hecho, según todos los materiales y complementos, el precio de una plancha puede ir desde los siete hasta los 450 euros.

¿Y la anchura? ¿Cómo tiene que ser la sujeción?

En cuanto a la anchura de las placas, hay planchas pensadas para distintos fines. De tal manera que las placas anchas (5 centímetros) están indicadas para el alisado de cabellos gruesos o muy rizados. Las planchas con planchas de entre 2 y 2,5 centímetros son utilizadas para el cabello normal o fino, mientras que las placas estrechas (de 1,27 centímetros) están indicadas para el pelo corto, para dar forma a los flequillos o para crear rizos.

Otra característica importante es la sujeción. Así, las planchas con placas fijas alisadoras se mantienen en una misma posición y la presión ejercida en el cabello no será uniforme. Por otro lado, las planchas basculantes o flotantes reajustan su posición "para ejercer una presión uniforme sobre toda la melena".

Respecto a las pinzas, dentro de las mismas se encuentran las resistencias que transforman la electricidad en calor. "Las pinzas deben ser de un material resistente y que no se caliente", aclara la OCU. 

Cuidado con la temperatura para no dañar el cabello

¿Y la temperatura? Algunas planchas trabajan a temperatura fija, mientras que otras disponen de termorreguladores. En este sentido, "la regulación de temperatura reduce el riesgo de dañar el pelo". Todo ello se explica porque el cabello está compuesto de queratina, una proteína compuesta de aminoácidos que forman enlaces.

"Al aplicar calor, los enlaces se rompen y vuelven a unir adoptando la forma que se esté dando en ese momento al cabello, ya sea lisa u ondulada", detalla la OCU. Por tanto, la temperatura a la que se rompen los enlaces depende del tipo de cabello y, generalmente, las temperaturas de 160 a 180 °C son suficientes para el alisado de cabellos finos. Sin embargo, para cabellos gruesos se necesita una temperatura superior a los 200 °C.

Existen modelos en el mercado que incluyen una función vapor, esto es, sensores de humedad que son capaces de detectar si el cabello contiene demasiada agua como para usar el dispositivo. Por eso hay planchas que tienen esta función, para evitar que se dañe el cabello.

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