Qué son los cólicos, el problema de salud por el que ha sido ingresado Santiago Pedraz

El juez Santiago Pedraz fue ingresado la semana pasada debido a los dolores causados por un cólico, coincidiendo con la noticia del embarazo de su actual pareja. Este miércoles ha retomado sus actividades laborales, afirmando que se encuentra "bien".

¿Qué es un cólico, y cuáles son sus causas y síntomas?

Según explica el doctor especializado en aparato digestivo Ramón Tormo Carnicé en el portal Top Doctors, "Un cólico es un tipo de dolor abdominal que va variando de intensidad y puede ser muy agudo". 

Así, prosigue, existen tres tipos de cólico en función de su origen: "Cólico biliar, que se produce por la distensión de la vesícula biliar, normalmente por un cálculo; cólico nefrítico, que es causado generalmente por un cálculo en el riñón o piedras en el riñón; y cólico del lactante, que ocurre en algunos bebés durante los primeros meses".

¿Qué es un cólico nefrítico? Estos son sus síntomas, sus causas y su tratamiento

Son dolores que pueden acompañarse de otra serie de síntomas de marcado carácter digestivo, como náuseas, vómitos y diarrea. Adicionalmente, pueden provocar irritabilidad, tensión y estrés en la persona que los sufre.

¿Se pueden prevenir?

Al margen de la causa concreta, existen una serie de precauciones que nos pueden ayudar a prevenir la aparición de estos molestos dolores: concretamente, se puede reducir el riesgo de cólicos biliares y nefríticos bebiendo mucho líquido, controlando estrictamente la dieta y reduciendo el consumo de sal.

Por su parte, los cólicos del lactante se evitan colocando al bebé en posición vertical después de comer y ayudándole a eliminar los gases después de cada toma. También se aconseja mantener al bebé sentado cuando se alimenta.

“El mejor tratamiento de la enfermedad renal crónica es prevenir y no depender de máquinas o del riñón de otro”

¿Cómo se trata?

Una vez que se dan, en los adultos que acuden al médico aquejados de cólicos el tratamiento inmediato suele buscar el control de los síntomas mediante medicamentos que evitan los espasmos musculares. Más allá de esta primera estrategia, puede ser necesaria la extracción de cálculos renales o biliares, según el caso, y la puesta en práctica de medidas preventivas.

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