Las enfermedades que pueden cambiar tu tono de voz

La voz humana va cambiando a medida que nos desarrollamos, normalmente tornándose más grave con los años. No obstante, el crecimiento no es el único factor que influye en el tono de nuestra voz y hay varias razones por las que puede tornarse más aguda, más grave o más rasgada.

Las causas de la disfonía

El cambio del sonido de la voz por una patología se denomina disfonía, y aparece cuando hay una afectación patológica por algún motivo de las cuerdas vocales.

Concretamente, las cuerdas vocales están conformadas por tejido muscular, por lo que el problema más común que pueden sufrir es simplemente inflamación. Menos comúnmente, pueden aparecer tumores en ellas o se pueden tornar más rígidas, lo que también afecta al timbre y al tono de la voz.

Así, algunos trastornos que causan disfonía habitualmente son la laringitis, la disfonía de tensión muscular, ciertos trastornos neurológicos, la aparición de pólipos, quistes o nódulos en las cuerdas vocales (lesiones no cancerosas), los crecimientos tumorales en las cuerdas vocales (lesiones precancerosas o cancerosas), parálisis o debilidad de las cuerdas vocales y la aparición de manchas blancas (leucoplasia).

Normalmente, estos problemas agravan o rasgan la voz, por lo que es raro que ésta se torne más aguda a causa de un trastorno (puede suceder con la inhalación de determinados gases, como el helio). En este sentido, la disfonía no debe confundirse con la puberfonía, una condición por la cual no se produce el habitual cambio de tonalidad en la voz durante la adolescencia.

La importancia de cuidar la voz

Aunque todas las personas pueden verse afectadas por problemas que causen disfonía, lo cierto es que existe una serie de factores que se relacionan con un riesgo mucho mayor de sufrirla.

Muchos de ellos no son modificables, sino que tienen que ver con las características físicas de cada persona, los procesos normales del organismo o el padecimiento de ciertas enfermedades. No obstante, otros tantos se relacionan con el estilo de vida de cada persona, por lo que es importante adoptar hábitos saludables destinados a cuidar nuestra voz.

Algunos de estos factores de riesgo incluyen el envejecimiento, el consumo de bebidas alcohólicas, el padecimiento de alergias, la enfermedad por reflujo gastroesofágico, los resfriados e infecciones de las vías altas, el aclaramiento inadecuado de la garganta durante un lapso prolongado de tiempo, ciertos trastornos neurológicos, el estrés, las cirugías y traumatismos en la parte delantera del cuello, gritar, fumar, beber alcohol, el cáncer de garganta, la deshidratación de la garganta, los problemas de tiroides y los malos usos de la voz.