Llamamos alergia al sol a la reacción que aparece en la piel tras estar expuesta a los rayos solares. Se suele presentar como un sarpullido acompañado de picazón conocida como erupción polimorfa lumínica.
Aunque en algunos casos existen un componente genético, esta reacción ante la exposición solar puede ser la consecuencia del sol durante algunos tratamientos médicos.
Principales síntomas de la alergia al sol
Aunque los síntomas puede variar según la causa que provoque esta reacción ante el sol, habitualmente se suele manifestar como ronchas y ampollas, picazón en la piel, pequeños bultos, descamación, costras o sangrado.
Por norma general, los síntomas solo suelen aparecer en las partes de la piel que han estado expuestas al sol y lo hacen unos minutos u horas después.
En los casos leves, la reacción desaparece sin necesidad de tratamiento, mientras que en casos más graves es necesario utilizar cremas o pastillas esteroides.
Cómo prevenir la alergia al sol
Existen factores de riesgo para terminar desarrollando alergia al sol, como la genética -si tienes antecedentes en la familia-, padecer otras enfermedades cutáneas, la raza, la exposición a ciertas sustancias o el consumo de algunos medicamentos fotosensibles.
Para evitar la aparición de ronchas y el picazón de la piel, lo ideal es tomar medidas preventivas tales como evitar la exposición solar en las horas centrales del día, evitar la exposición repentina a mucha luz solar, sino que sea de una manera más progresiva, protegernos con ropa y gafas de sol para evitar la exposición directa, y en las zonas donde no llega la ropa, utilizar protección solar alta.
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