Aproximadamente la mitad de la población adulta a nivel mundial ha tenido al menos un dolor de cabeza al año, según la Organización Mundial de la Salud. El dolor de cabeza es crónico cuando se sufre más de 15 días al mes y eso le ocurre a un 2% de las personas en nuestro país, casi un millón de personas en España.
Un dolor de cabeza parece poca cosa, pero nos desconecta; nos impide hacer nuestra actividad; nos hace inapetentes en todos los sentidos. En suma, en mayor o menor media, un dolor de cabeza nos incapacita. Más aún cuando entramos ya en el terreno de la migraña, una enfermedad neurológica, figura entre las causas más comunes de dolor crónico y hasta de pérdida de tiempo de trabajo.
La dieta y un estilo de vida saludable
Los medicamentos actuales para la migraña suelen ofrecer sólo un alivio parcial y pueden tener efectos secundarios negativos. Se ha visto que una dieta más rica en pescados grasos ayuda a las personas que padecen estos dolores frecuentemente a reducir su número y su intensidad (estudio de 2021 de los Institutos Nacionales de la Salud de Estados Unidos y la Universidad de Carolina del Norte).
Es una posibilidad. Hay más. Contra el dolor de cabeza, tenemos fármacos, por supuesto, pero también remedios caseros, como mojar la frente o el cuello con agua; tumbarse en un lugar en penumbra; o presionar el puente de la nariz con el pulgar y el índice. Ayuda, o predispone menos a un dolor de cabeza, dormir bien y lo justo; relajar la vista; hacer ejercicio; y controlar la alimentación (algunas comidas pueden producir cefaleas).
Aceites esenciales para evitar dolor de cabeza
También existen aceites esenciales que nos pueden ayudar a aliviar un dolor de cabeza. Hablamos de líquidos extraídos de tallos, flores, hojas, cortezas, raíces y otros elementos de las plantas. Muchos de ellos pueden servir para tratar multitud de afecciones.
Ni se ingiere ni se aplica directamente sobre la piel. Se diluye en un aceite base.
Ni se ingieren ni se aplican directamente sobre la piel. Un aceite esencial se diluye en un aceite base (almendras, coco, jojoba, etc). Cinco gotas bastan.
Aceite de romero para el dolor de cabeza
Tiene un gran poder analgésico, antirreumático y antiespasmódico, por lo que si el aceite de romero se emplea en masajes, conseguiremos aliviar dolores tanto musculares como de cabeza. Una vez mezclado como hemos visto se aplica con un masaje en la zona donde localicemos el dolor. También podemos darnos un baño caliente con unas gotas de su aroma.
Aceite de manzanilla para calmar el dolor
Por su poder antiinflamatorio se utiliza para irritaciones de la piel, artritis, reumatismo, espasmos musculares y alergias. El aceite de manzanilla ayuda a relajar los músculos y el cuerpo. Combate así los dolores de cabeza, el insomnio y la ansiedad. Para usarlo, lo mismo, agregar unas gotas de aceite esencial de manzanilla en un aceite base o en agua caliente para inhalar su vapor. No está indicado para mujeres embarazadas.
Aceite de menta para aliviar el dolor
Es uno de los aceites esenciales más utilizados para tratar dolores de cabeza y migrañas porque contiene mentol que alivia el dolor relajando los músculos. Así, este aceite es analgésico, antiinflamatorio, descongestionante y antiséptico. Su uso es frecuente en cosmética, medicina y farmacología.
Aceite de lavanda, una posible solución para el dolor de cabeza
Lo habitual es aplicarlo para alivir el estrés y favorecer la relajación. Muy extendido también en cosmética natural y farmacología, el aceite de lavanda también es efectivo frente a los dolores de cabeza y las migrañas. Basta con respirarlo, pero se recomienda aplicarlo diluido sobre la piel o usando un difusor de aceites.
Aceite de eucalipto, contra el dolor de cabeza
Tradicionalmente, se ha utilizado como expectorante. Balsámico como es, el aceite de eucalipto libera las vías respiratorias. También es útil como, antiviral, antifúngico y, si se usa con difusor, purifica el ambiente. De todos los aceites esenciales es el más indicado si el malestar se siente en los senos nasales. El eucalipto consigue abrir las fosas nasales, despejarlas y aliviar el dolor.
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