La nueva promesa 'made in Spain' contra el cáncer de mama de alto riesgo: "Reduce las recidivas más que las alternativas actuales"

Saber identificar los síntomas del cáncer de mama a tiempo, es crucial para un diagnóstico precoz.
Se trata de un fármaco empleable en la mayoría de cánceres de alto riesgo.
Getty Images
Saber identificar los síntomas del cáncer de mama a tiempo, es crucial para un diagnóstico precoz.
Se trata de un fármaco empleable en la mayoría de cánceres de alto riesgo.
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Tras 20 años sin novedades finalmente está disponible en España el fármaco abemaciclib, el primer (y hasta el momento único) inhibidor de ciclinas para el tratamiento adyuvante (es decir, en combinación con el tratamiento principal) del cáncer de mama HR+ y HER2- en sus estadios iniciales para pacientes con alto riesgo de recaída.

Así lo anunció la compañía fabricante, Lilly, en una rueda de prensa celebrada en la céntrica Gran Vía de Madrid en la que se resaltó que se trata de la primera vez en más de dos décadas que se logra reducir el número de recidivas en las pacientes con cáncer de mama hormonosensible (una forma de la enfermedad que responde al tratamiento hormonal), algo muy esperanzador si tenemos en cuenta que se trata de la forma más frecuente de cáncer de mama con hasta el 70% de los casos en España.

Un beneficio que se mantiene en el tiempo

Esta conclusión es la que se desprende de los resultados obtenidos hasta el momento en el ensayo clínico MonarchE, también presentados en el acto, que ha demostrado que el fármaco en combinación con terapia hormonal reduce el riesgo de recaída en un 33,6% a los cuatro años con tan solo 2 primeros años de tratamiento. El beneficio, explicaron los responsables, se incrementa en el tiempo de seguimiento a los 3 y los 4 años; además, ha demostrado reducir el riesgo de metástasis en un 34,1% en el mismo período y mejorar la supervivencia libre de enfermedad invasiva.

En este sentido, el doctor Miguel Martín, presidente del Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama (GEICAM) y jefe del servicio de Oncología Médica del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, apuntó que "tras un seguimiento de cerca de 4 años, la tasa de reducciones de recidivas invasivas se aproxima ya al 40%. Un beneficio que se mantiene en el tiempo. Por ello, este hito marca un antes y un después en el manejo del cáncer de mama de alto riesgo".

El fármaco funciona de una manera muy particular, ya que inhibe la acción de unas moléculas (las ciclinas dependientes de kinasas CDK 4 y 6) que potencian la división y replicación de las células tumorales. Con ello, se logra que las células cancerígenas sufran un envejecimiento prematuro y mueran mientras las células sanas, cuya división no depende de este mecanismo, permanecen inmutables. Esto otorga al fármaco un gran perfil de seguridad con una baja toxicidad. De hecho, Martín señaló que los efectos secundarios son "de tipo gastrointestinal, fácilmente manejables y desaparecen con la retirada del medicamento.

Una herramienta para la curación

Esto resulta muy importante para lograr una buena adherencia de las pacientes al tratamiento. Al respecto, la doctora María Purificación martínez, oncóloga médica y jefa del servicio de Oncología Médica del Hospital Basurto de Bilbao comentó que "es muy importante ofrecer una correcta información y conocimiento del proceso a las pacientes para fomentar su participación en la toma de decisiones y que estas sean consensuadas".

"Hay datos", prosiguió, "de que existe un porcentaje de hasta el 40% de no adherencia a los tratamientos hormonales en pacientes con diagnóstico de cáncer de mama precoz. Si no se toma la medicación, como es obvio, no hace efecto y no conseguimos el objetivo, que no es otro que la curación de las pacientes".

"Con la incorporación de este tratamiento al abanico de herramientas disponibles confiamos en que cambiará su percepción [de las pacientes] ante una posible recaída, ya que el nuevo fármaco será visto como una mayor posibilidad de curación para ellas", concluyó.

'Made in Spain'

Desde la compañía subrayaron también que se trata de un fármaco 'made in Spain'. "El centro de Investigación y Desarrollo de Lilly España ha liderado la investigación de este inhibidor de CDKs, desde la identificación de la primera entidad química hasta llegar a convertirse en fármaco pasando por todas las modificaciones en la molécula necesarias. Durante los ensayos clínicos, 63 de los 111 centros de investigación clínica han sido españoles y, en ellos, participaron 460 pacientes en ensayos de fase 2 y 3".

Por su parte, María José Lallena, directora del centro de Investigación y Desarrollo de Lilly España, comentó: "llevamos más de 35 años trabajando para desarrollar medicamentos que ayuden a mejorar la vida de las personas y cada paso que damos, como este, nos acerca más a la meta común de todos de curar el cáncer. Tenemos además la fortuna de que, gracias al ecosistema que estamos creando entre empresa privada, la clínica y la academia, en cuyo triángulo de investigación cada uno aportamos lo mejor, podemos contar con una investigación de excelencia en España. El año pasado Lilly España invirtió 56,9 millones de euros en investigación clínica, preclínica y otras actividades investigadoras y la fuerza en investigación clínica en Oncología supuso para Lilly España casi el 50% del total".

"Conseguir poner esta innovación terapéutica, en la que ha habido una colaboración esencial del equipo de I+D de Lilly España, al servicio de los pacientes es un orgullo y refuerza nuestro compromiso con la investigación oncológica. Disponible desde 2019 en España para la indicación metastásica, ahora podemos llegar a más pacientes desde los estadios iniciales con el objetivo, siempre, de mejorar el pronóstico del cáncer de mama", concluyó finalmente Nabil Daoud, presidente de Lilly España, Portugal y Grecia.

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