Siete cosas que nunca debes decirle a una persona con depresión

  • Frases como 'Anímate', 'o 'No tienes motivos para estar deprimido' no harán más que acrecentar su malestar. 
Según el Ministerio de Sanidad, la ingesta excesiva de alcohol durante un periodo prolongado también puede desembocar en depresión.
Persona con depresión.
Pixabay/HolgersFotografie
Según el Ministerio de Sanidad, la ingesta excesiva de alcohol durante un periodo prolongado también puede desembocar en depresión.

A pesar de que más de 300 millones de personas padecen depresión en el mundo, y las cifras no dejan de aumentar, todavía existe mucha incomprensión e incluso estigmatización entorno esta enfermedad. El desconocimiento que tienen las personas que nunca han padecido depresión provoca que, en muchas ocasiones, intentemos animar a las que sí la padecen con frases inoportunas que les hacen más daño que les ayudan. Estas son algunas de las que debemos evitar y los motivos para hacerlo.

"¡Anímate! Pon de tu parte"

Por desgracia, estar o no animado, y especialmente cuando tienes depresión, no depende de uno mismo, por lo que no podemos pretender que una persona con depresión se anime sin más, pues le provocará frustración y un podemos acrecentar su tristeza y su sentimiento de culpa. Uno de los síntomas de la depresión es la alteración del estado de ánimo y la incapacidad para disfrutar de las cosas, por tanto, así como a una persona, por ejemplo, que tiene la pierna rota no le decimos que se ponga a caminar, es absurdo e hiriente que le digamos a una persona con depresión que se anime.

"Tienes todo en la vida, no tienes motivos para estar deprimido"

La depresión es multifactorial, y si bien hay veces que se desencadena por algún hecho en concreto que afecte mucho emocionalmente a la persona en cuestión, la base de la depresión es esencialmente biológica y tiene mucha carga genética, por lo que en la mayoría de las ocasiones se desencadena sin más. Es decir, que una persona sin problemas graves en su vida, que tiene una familia sana y feliz, un trabajo que le gusta y no tiene problemas económicos sí puede tener depresión. Por tanto, frases como ‘piensa que hay gente peor que tú’, ‘no tienes motivos para estar así’, ‘Si lo tienes todo…’, más que ayudar generará un gran malestar en la persona enferma, que pensará que no tiene derecho a tener depresión y se sentirá culpable por ello.

"¿Tienes depresión? No lo parece…"

La depresión, como muchas otras enfermedades o trastornos mentales, no se ve, y hay incluso a gente que se atreve a insinuar a las personas que la sufren que pueden estar fingiéndola. Además, la depresión se manifiesta de múltiples formas y, aunque la relacionemos con personas tristes, decaídas, sin ánimo, sin arreglar, etc. no tiene por qué ser así. De hecho, existe lo que se conoce como ‘depresión sonriente’, que la padecen personas que aparentan estar felices ante los demás, que incluso sonríen mucho, pero que, por dentro, están sufriendo síntomas depresivos. Esta depresión es más peligrosa, pues, al no manifestarse tan abiertamente, ni el entorno ni a veces el propio afectando suelen pedir ayudar a poner remedio a su malestar.

"Haz deporte, sal, distráete, haz cosas que te gustan… seguro que estás mejor"

Sí, es cierto que hacer ejercicio puede ayudar a paliar algunos síntomas o que realizar determinadas actividades pueden ayudar a levantar el ánimo a personas tristes, desanimadas…, pero no ocurre lo mismo con las personas con depresión, pues, por desgracia, no se cura dando un paseo o quedando con amigos. Aleccionar a una persona con esta enfermedad a realizar estas actividades, cuando a veces no podrá ni levantarse de la cama, puede llegar a ser para ellos una auténtica tortura para ellos. Y es que, la falta de motivación, de energía, la fatiga… son algunos de los principales síntomas de la depresión.

"No tomes pastillas, no es necesario y tienen muchos efectos secundarios"

Aunque no se conoce muy bien el mecanismo, hay una cosa clara: los antidepresivos funcionan. Es cierto que la ayuda psicológica también es muy importante para tratar la depresión y que muchas veces se abusa de los fármacos ante la falta de psicólogos clínicos en la sanidad pública y los altos precios de las sesiones, pero los medicamentos son esenciales para combatir la depresión. Nunca debemos aleccionar a una persona con depresión a dejar la medicación porque, además de hacer que se sienta mal por tomarlos, prolongaremos su sufrimiento.

"Todos nos deprimimos a veces, todo se superará, eres fuerte"

No, estar triste por un tiempo más o menos prolongado o pasar por una situación difícil y transitoria, que nos desmotiva, etc. no es lo mismo que estar deprimido, una enfermedad que, sea cual sea la causa, se refleja de manera directa en el cerebro y su funcionamiento y repercute de manera negativa en el estado de ánimo. Tener depresión no solo es estar triste o desmotivado, es sentirse solo, vacío, sin esperanza, sin salida, sin ganas… Comparar lo que siente una persona con depresión con estar triste le hará sentirse incomprendido y aún más solo.

"Tienes que estar bien por la gente que te quiere"

Si no ‘obligamos’ a una persona con cáncer o una enfermedad degenerativa a sentirse bien o a recuperarse para que los de su alrededor no sufran, ¿por qué lo hacemos con una persona que tiene depresión? Como comentábamos al principio, nunca hay que responsabilizar a una persona con depresión de su enfermedad o de cómo se siente porque no puede evitar sentirse así. Comentarios como ese solo harán que la persona se sienta culpable de algo que no es, ni mucho menos, responsabilidad suya.

Cosas que sí podemos decir para ayudar a personas con depresión

No hay recetas mágicas para ayudar a alguien a combatir la depresión, pero sí podemos acompañarlo en el proceso y, en lugar de decir cosas que pueden herirle, podemos llegar a cabo toda la empatía de la que somos capaces, aunque no entendamos lo que le pasa. Así, en lugar de decir las frases que comentábamos anteriormente, podemos decirle:

“¿Quieres contarme lo que sientes?”

“¿Quieres que te acompañe al médico?”

“No puedo entender lo que sientes, pero es válido”

“No es culpa tuya lo que sientes, eres un ser valioso, aunque te sientas así”

“No estás solo”

“¿Puedo ayudarte en algo?”

“Te apetece venir a pasear conmigo” (Si dice que no, no insistas)

“Con el tratamiento y apoyo es solo cuestión de tiempo que te encuentres mejor”

Se trata, por tanto, de acompañar y de, como asegura el periodista Juan Carlos Rincón, autor del libro ‘La depresión (no) existe’, no buscar “solucionarle la vida” a las personas con depresión, sino de ser un espacio seguro para ellos”. 

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