Histerosalpingografía: todo lo que necesitas saber sobre esta prueba radiológica y los estudios de fertilidad

Si tenemos dudas sobre nuestra fertilidad, es probable que el especialista nos aconseje practicarnos una histerosalpingografía, un procedimiento radiográfico común que sirve para evaluar este aspecto.

¿En qué consiste exactamente la histerosalpingografía?

Como decíamos, se trata de un examen radiológico (es decir, con rayos X) del útero y las trompas de falopio que se emplea para encontrar posibles problemas que estén impidiendo la fertilidad. Concretamente, se evalúa la permeabilidad y el estado de ambas partes de nuestro sistema reproductivo.

Es un procedimiento muy rápido y sencillo (rara vez se extiende por más de media hora), que no suele producir complicaciones. Sin embargo, sí que hay que señalar que existe siempre un pequeño riesgo, como ocurre en el caso de todas las técnicas que impliquen el uso de radiación.

En esta prueba, se rellenan al completo la cavidad uterina y las trompas de falopio con un medio de contraste (una sustancia opaca a la radiación que mejora la visibilidad en la radiografía). Concretamente, se emplea un líquido yodado hidrosoluble llamado iohexol, introducido en el útero mediante un catéter especial llamado histerógrafo.

A continuación, se toman una serie de radiografías en distintas posiciones, o se captura la dinámica del líquido mediante fluoroscopia.

¿Qué permite ver esta prueba?

El líquido opaco permite obtener imágenes muy detalladas del perfil del útero y de las trompas, pudiendo así detectar cualquier tipo de anomalía o malformación. Entre las distintas posibilidades, las más importantes son las que impidan que el líquido llene toda la cavidad (ya que impedirían también el tránsito de gametos) o las que impidan la implantación de un óvulo fertilizado. 

Por tanto, a nivel general se puede decir que sirve para detectar casi cualquier problema que impida el embarazo y que se localice en el útero o en las trompas de Falopio.

¿Causa molestias?

La histerosalpingografía a menudo provoca algunos efectos secundarios molestos, aunque por lo general no son graves.

Estos incluyen cólicos, dolores menstruales, calambres, mareo, desmayo, náuseas y ligero sangrado. Si alguno de estos síntomas es demasiado intenso o persistente, siempre es conveniente consultar con un especialista.

Otra curiosa consecuencia de la prueba es que, en personas que estaban experimentando dificultades para quedarse embarazadas, el embarazo se produzca por fin justo después de la prueba. Esto es porque el rellenado del útero y las trompas con líquido puede en sí mismo solucionar muchos de los problemas más leves que estaban dificultando el embarazo, como obstrucciones leves de los canales reproductivos.

¿Cuáles son los riesgos?

Ninguna técnica médica (ni, en general, ninguna actividad) que involucre radiación está exenta de riesgos. Sin embargo, sí que hay que señalar que los protocolos que guían sus aplicaciones los reducen enormemente, hasta el punto en el que los problemas derivados de las pruebas radiológicas son muy excepcionales.

Los principales son el daño a células y tejidos expuestos a la radiación, infección pélvica, endometritis, salpingitis, daños en las trompas de Falopio, perforación del útero y reacciones alérgicas (comunes en las personas con alergia al marisco). Por ello, en algunas condiciones puede estar contraindicada.