¿Por qué llora mi hijo? Esa es, sin lugar a dudas, una de las preguntas más frecuentes durante los primeros meses de maternidad y paternidad, sobre todo cuando ha sido recién estrenada con el primer retoño dentro del núcleo familiar. Lo cierto es que alrededor de esta pregunta a los progenitores le reconcomen otras dudas relacionadas con el llanto del bebé, como si a su recién nacido le dolerá la tripa o simplemente tendrá gases o si, por el contrario, solo se trata de hambre y necesita manifestarlo en forma de llanto desconsolado.
En cualquier caso, a los adultos les preocupa interpretar correctamente porqué llora un bebé. Y es normal. Pues bien, ya podría haber una respuesta certera de la mano de un estudio llevado a cabo en España. Una investigación llevada a cabo por el Hospital Clínic de Barcelona ha podido clasificar los tipos de llanto que tienen los bebés para mejorar sus cuidados y la relación con sus progenitores. Según los investigadores, cada llanto tiene unas características determinadas con las que se puede descifrar qué es lo que necesita el recién nacido cuando está llorando.
¿Cómo saber por qué llora mi bebé?
El estudio indica que los episodios de lloros se pueden diferenciar por patrones acústicos, gestos faciales y comportamientos, y que a raíz de estas diferencias se dividen en tipos de lloros. Desde el Clínic explican que, si el llanto de un bebé es constante, rítmico, de corta duración, intenso, ruidoso (sin ser agudo) y va acompañado de varias expresiones faciales y movimientos corporales para llamar la atención, entonces es que el bebé tiene hambre.
Mientras que, el lloro con pocas pausas, errático y más agudo significa que está angustiado. En el caso de gases, el recién nacido tendrá un llanto parecido al anterior, pero más ronco, porque tensiona las cuerdas vocales. Y finalmente, si el llanto es de larga duración, con gritos prolongados y monótonos (melodía decadente) es que quiere dormir.
¿Qué pasa si un bebé llora más de una hora?
Los autores del análisis han analizado un total de 38 recién nacidos sanos, sin anomalías congénitas ni enfermedades destacables y han recopilado datos de cada bebé mientras lloraba de manera espontánea, teniendo en cuenta la acústica, las señales de electroencefalografía, la saturación regional cerebral de oxígeno, las expresiones faciales y los movimientos corporales.
Según datos del propio centro hospitalario, los bebés lloran de media entre una hora y media y tres horas al día. Estos datos pueden provocar que los padres desencadenen sensaciones de ansiedad, depresión, impotencia, ira y frustración.
El hospital ha asegurado en un comunicado que este análisis puede ser una herramienta "objetiva y fiable" para que los padres entiendan mejor a sus hijos y la relación entre las dos partes mejores.
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