"Lo fundamental durante estos días en los que vamos a pasar mucho tiempo con la familia sería buscar ratos para estar solos"

La decoración de la mesa en Navidad es más importante de lo que pensamos.
La decoración de la mesa en Navidad es más importante de lo que pensamos.
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La decoración de la mesa en Navidad es más importante de lo que pensamos.

A pesar de que se las considera una de las épocas más idílicas del año, son muchas las personas que también temen ‘la otra cara’ de las Navidades: encuentros familiares que se viven con obligación o desidia, sin ganas de ver a según quién, o con resquemores, ya sea por historias del pasado no resueltas o por relaciones que nunca han acabado de cuajar.

Según se acercan estas fechas tan señaladas quien más y quien menos se prepara mentalmente el guión para evitar esos temas de conversación tabú que pueden provocar indeseables roces: política, religión, rivalidades futbolísticas… sin tener en cuenta que lo que no se dice puede herir igual o incluso más que una frase salida de tono, o bien que un simple gesto puede echar por tierra nuestro mejor discurso. ¿Puede ayudarnos la comunicación no verbal a manejarnos mejor durante los encuentros navideños? ¿Qué lenguaje corporal debemos usar para generar espacios de armonía? ¿Qué gestos pueden delatar a los demás nuestra incomodidad o disgusto en estas cenas y comidas familiares? De todo ello hablamos en esta entrevista con Vanessa Guerra, experta en comportamiento no verbal y personalidad, con más de 20 años dedicada al trabajo del cuerpo y la comunicación desde un plano físico, mental y emocional.

La neurociencia apunta que comunicamos entre un 50 y un 80% más con nuestro cuerpo que con nuestras palabras

Para muchas personas el lenguaje no verbal es un gran desconocido o algo a lo que no dan la debida importancia. Sin embargo, la neurociencia apunta que comunicamos entre un 50 y un 80% más con nuestro cuerpo que con nuestras palabras…Efectivamente, nosotros estamos comunicando todo el tiempo con nuestro cuerpo y esto es así porque las emociones se manifiestan en el cuerpo. A partir de ahí hay una elaboración de una respuesta, una reacción a todo aquello que estamos sintiendo. Y este dato que aporta la neurociencia es cierto. No hay una cifra exacta, entre un 50 y un 80%, algunos investigadores hablan incluso de un 90% pero lo que sí es cierto es que hay muchísima más comunicación a través del cuerpo que la palabra.

Y luego, hay un principio de la incongruencia que avala mucho la neurociencia y es que si el mensaje que yo estoy transmitiendo en un código verbal no coincide con el mensaje que estoy transmitiendo desde un código no verbal, lo que genera en la otra persona es una sensación de incongruencia, de que le están llegando dos mensajes diferentes: uno por la palabra y otro por el cuerpo. Y a lo que le da prioridad y le da veracidad la otra persona es a lo que el cuerpo está diciendo, porque el cuerpo no miente.

Yo puedo elaborar un discurso contrario a las emociones que estoy sintiendo porque no quiero transmitírtelas, porque quiero esconder lo que estoy sintiendo. Es decir, mi cuerpo está manifestando lo que estoy sintiendo mientras yo con la palabra estoy mintiendo o contando cosas diferentes. Y esto no ocurre solamente hacia el otro, con el interlocutor, sino hacia uno mismo y, de hecho, es una de las mayores causas de estrés en el ser humano: la incongruencia y la confusión, la no sincronía de lo que siento con lo que estoy diciendo. Por lo que es vital que seamos coherentes y que conozcamos que estamos sintiendo para poder darnos cuenta de lo que estamos transmitiendo con nuestro cuerpo, porque nuestro interlocutor se va a quedar mucho más con lo que ve que con lo que está escuchando.

Es fundamental es que sepamos que a través del cuerpo lo que estamos expresando son emociones y estados anímicos

El lenguaje corporal dice mucho de nosotros y nosotros a su vez podemos recibir mucha información de los demás a través de su lenguaje no verbal pero, ¿qué nociones o conocimientos deberíamos poseer para saber interpretarlo?Pues me encanta que me preguntes esto porque es verdad que se habla mucho de la comunicación no verbal a la hora de traducir determinados gestos, pero lo fundamental es que sepamos que a través del cuerpo lo que estamos expresando son emociones y estados anímicos. En el momento en que sé identificar como se manifiesta determinada emoción en mí, voy a saber lo que estoy viendo en el otro. A mí me gusta darle mucha fuerza a esto porque en realidad hay cierto analfabetismo emocional, de no saber cómo se manifiesta una emoción en mi cuerpo y qué conductas o comportamientos hay detrás de eso.

Por ejemplo, si vemos a una persona que se mueve muchísimo, que cambia mucho de postura, que mueve mucho los brazos… tendemos a decir que está nervioso. Y puede haber un miedo, quizás esa situación está exponiéndolo a un desafío o un reto, se siente más nervioso y se mueve, está incómodo… Pero solo por un gesto no puedes sacar una interpretación porque debe haber un contexto entero: cómo se está comportando en todo momento. Cuando tú analizas este contexto completamente puedes abstraer cómo se está sintiendo esta persona que para mí es lo realmente importante. Más que sacar una traducción concreta de un gesto puntual. Y a veces es verdad que no puedes leer los pensamientos pero sí puedes intuir que está habiendo un conflicto interno. Cuando uno se mueve mucho o está agitado hay un conflicto interno, bien porque al no querer mostrar lo que está sintiendo está fingiendo - y eso ya le genera cierto nerviosismo-, o bien porque no está cómoda en la situación. No es tan sencillo como intenta verse a veces sino bastante más complejo porque el ser humano es complejo en sí.

Vanessa Guerra, experta en comportamiento no verbal y personalidad

Vanessa Guerra

  • Experta en comportamiento no verbal y personalidad
Experta en comportamiento no verbal y personalidad, con más de 20 años dedicada al trabajo del cuerpo y la comunicación desde un plano físico, mental y emocional. Certificada en Mindfulness (MBSR), Mindfulness y Compasión (MSC) y Mindfulness en la infancia, también se ha formado en el método científico Alba Emoting, método con base científica de inducción, modelación y vivencia de las emociones desde el cuerpo, que permite a toda persona conectarse físicamente con sus emociones básicas a través de unas formas de respirar determinadas, acompañadas, a su vez, de las posturas corporales y los gestos faciales correspondientes para las emociones.
 
Ha colaborado en programas de TV como experta en comunicación no verbal y realiza conferencias para empresas, talleres de desarrollo personal y crecimiento además de ofrecer sus servicios como facilitadora particular de cuerpo y mente. Para Guerra el lenguaje corporal es un campo con mucho potencial a nivel de autoconocimiento y adquisición de habilidades para relacionarnos con nosotros mismos y los demás, con la familia, los amigos, la pareja o en el trabajo.
En Navidad se produce una renuncia a tu libertad y a tu voluntad y eso genera mucho estrés en la persona

¿Por qué las Navidades nos ponen tan tensos? ¿Cómo nos afecta esto a nivel mental y emocional?Un factor principal es que muchos de nosotros estamos acostumbrados a vivir de una manera independiente. Muchos están fuera, se reúnen en esta fecha concreta con toda su familia y, además, pasan días con mucha familia con la que no están acostumbrados a estar el resto del año. Se reviven historias, conflictos que muchas veces pueden venir incluso de la infancia con tus hermanos, con tus padres cuestiones que no están resueltas. Y, sobre todo, hay una renuncia a tu libertad y a tu voluntad y eso genera mucho estrés en la persona.

Y qué podemos hacer para sobrellevar estos días de la mejor forma posible?Para mí es fundamental que durante esos días en los que vamos a pasar tiempo con la familia busquemos ratos para estar solos. Solos, pero no solo en soledad: podemos quedar con amigos, salir fuera a hacer otras cosas, airearnos y abandonar por unas horas el foco de tensión, porque eso ayuda mucho a volver y retomar la situación de una manera más neutral, como reseteados. Cuando hay mucha acumulación emocional hay momentos que explosionan y ahí es cuando es difícil de modular y de moderar. Pero si somos cautos y podemos observar que nos estamos acercando a un momento de tensión álgido, podemos tomar distancia, coger aire y volver a incluirnos otra vez en ese grupo.

Y luego hay cositas que desde el punto de vista de la comunicación no verbal pueden ser útiles. Por ejemplo, ocurre con frecuencia que se interrumpe mucho a las personas. Cuando hay un grupo todos quieren hablar a la vez, uno corta al otro, uno menosprecia con una mala frase, un comentario que ha hecho otro… Todas estas formulaciones conducen a un clima de tensión y no amable que genera fricciones. Es básico que practiquemos una escucha activa, que sepamos escuchar al otro y que lo escuchemos con atención además…

También que dejemos de lado los puntos de vista faciales porque desde la cara expresamos muchísimo las emociones. Sin darnos cuenta estamos expresando con el rostro lo que nos está pareciendo lo que está contando el otro y eso ya es un juicio. Hay que intentar eliminar esos juicios, escuchar con atención, intentar ponernos en los zapatos del otro con esa práctica de la empatía a través de la escucha activa, respetar los tiempos de hablar de cada uno y si me he colado saber pedir perdón, que esto es algo que tampoco hacemos mucho. Aunque el perdón se pida a través de la palabra, esa intención se va a comunicar también a través del comportamiento. Que no suene todo a algo impostado sino apoyado con un lenguaje corporal.

Y luego estaría el contacto visual que sirve para dos cosas. Por un lado, para evitar a aquellas personas con las que en algún momento se pueda generar un conflicto o pueda haber un momento de tensión. Si evito, en cierta manera, el contacto visual con esas personas eso me va a beneficiar porque probablemente estaré evitando situaciones de conflicto. Por otro lado, también puede ayudarme en esa escucha activa para transmitirle al otro que estoy disponible, que le estoy escuchando con atención y eso siempre funciona porque cuando el otro se siente atendido - incluso si a priori ha mostrado una actitud más virulenta- puede bajarla.

Cuanto más regulados estemos emocionalmente más vamos a contribuir a que nuestro lenguaje corporal sea calmado y amable

La mayoría sabemos qué temas de conversación debemos evitar para tener una velada tranquila durante estas fiestas, pero, ¿qué hacemos para manejar adecuadamente nuestro lenguaje corporal?Esto que dices es fantástico porque muchas veces hablamos de nuestro lenguaje corporal como si no tuviese que ver con nuestro estado mental y es todo lo contrario. Por tanto, para evitar que nos pillen lo suyo es evitar sentir esas cosas que pueden lanzarnos a ese lenguaje. Más que evitar, yo diría que ser más conscientes de que cuanto más regulados estemos emocionalmente más vamos a contribuir a que nuestro lenguaje corporal sea más calmado y amable. Y eso siempre va a venir desde un procesamiento interno, es decir, que yo sepa regularme, equilibrar y gestionar mis emociones me va a ayudar en la comunicación no verbal con el otro. Y lo que no voy a poder hacer es fingir porque si finjo, como hemos dicho antes, el otro se va a dar cuenta, ya que estoy diciendo una cosa con la palabra, pero mi cuerpo está yendo por otros lares. Por lo tanto esto es lo importante, que tanto mi palabra como mi cuerpo expresen el mismo mensaje de una forma sincronizada. 

Si se da una situación en la que estás sintiendo que vas a estallar, que estás muy tenso o que puede haber un problema: sal de la escena

¿Y qué recomiendas en estas situaciones?Si hay una situación en la que tú estás sintiendo que vas a estallar, que estás muy tenso o que puede haber un problema recomiendo muy mucho salir de la escena. Te vas, tomas aire, hablas con otra persona… y luego vuelves. Ahí lo que estás evitando es un conflicto próximo. Lo que hay que buscar no es que el otro se calme o cambie, sino cuál es tu propia conducta y para cuidarme en mi propia conducta tengo que ser consciente de lo que estoy sintiendo. Respirar va muy bien, cambiar el foco del tema del que se está hablando, abrir otro tema para desviar la atención y que entonces también se pueda regular el ambiente comunitario, o aplicar con inteligencia el sentido del humor puede ser una buena estrategia para cortar un momento de tensión y quizás problemático. Y aconsejaría también no sentarme al lado o delante de personas con la que tenga ciertas fricciones o con la que crea que puede haberlas. Mejor con personas con las que me sienta afín porque si me siento cómodo voy a saber gestionar muchísimo mejor mi comunicación verbal y no verbal.

Si una persona me está hablando directamente y yo le esquivo la mirada, lo que voy a conseguir es 'reactivarle' mucho más

¿Qué señales podrían delatar a los otros que estamos incómodos?Por ejemplo, si alguien está hablándome directamente y yo no estoy mirándole y le estoy esquivando, eso puede ser una acción que le reactive mucho más. Si se está sintiendo ignorado va a intentar hacerse notar mucho más. Porque una cosa es que yo intente esquivar la mirada de otra persona durante el rato que podamos estar en grupo, pero si una persona me está hablando directamente a mí y yo le esquivo la mirada, lo que voy a hacer es reactivarle.

Luego están los puntos de vista con la cara. Si te das cuenta, la gente reacciona mucho más cuando ve que otra persona le ha dado un punto de vista con la cara: unos aspavientos, una mueca, gestos que delaten puntos de vista, de indiferencia… Todos estos gestos habría que sacarlos de la comunicación no verbal cuando estamos en celebraciones de Navidad o reunidos en grupo porque son muy reactivos. Lo que busca la otra persona es encontrar la atención y un punto de conexión y cuando le doy puntos de vista reactivos lo único que voy a conseguir es que esa violencia o esa agresividad aumente. Así que quitaría todas esas expresiones faciales que podríamos tener.

Y también estaría el tema de las miradas: una mirada esquiva como ignorando al otro, hacer como que el otro no existe… también es muy ofensivo y saca mucha más ira. Estamos intentando evitar un problema de una mala manera porque no estamos siendo ejecutivos ni eficientes en nuestra estrategia de evitación. Y como siempre: cuanto más distancia tenga de esa persona muchísimo mejor, porque menos me la voy a encontrar y menos posibilidades de enfrentamiento.

Cuanto más distancia tengas de la persona que te hace sentir incómodo mejor, menos posibilidades de enfrentamiento

Hablabas antes de la regulación emocional, ¿hay que entrenarla de alguna manera de cara a los encuentros familiares?Piensa que al final somos actores de nuestra propia vida. Cuanto más practicado lleve algo, mejor, porque más naturalizado va a ser. Igual que nos sentamos a meditar y a observar nuestra mente para paliar los síntomas de problemas o de la salud mental, lo mismo hay que hacer en este caso. Porque la salud mental también está íntimamente ligada a la salud emocional y las emociones son las que se van a expresar a través de nuestro cuerpo. ¿Qué sería conveniente? Cualquier técnica que fomente la práctica de la relajación, de la inhibición de las emociones: meditación, yoga… Estar cerca de técnicas que nos puedan ayudar a autoregularnos en esos momentos. Incluso la propia respiración, que tiene una función autoregulatoria increíble porque además nos ayuda a desarrollar la consciencia y ésta la consciencia corporal. Me voy a poder anticipar a lo que estoy sintiendo con mi cuerpo y en vez de tener una reacción, podré elaborar una respuesta. Si me doy cuenta de lo que estoy sintiendo, tomaré distancia y tiempo para decidir cómo voy a abordar esa situación y seguramente sea de una manera más pacífica. Si yo no practico, eso no está interiorizado y no voy a pretender que en el momento de crisis cuando tenga que salir, eso esté ahí.

Intenta eliminar o moderar aquellos factores que ya de por sí van a alterar la conducta: como el alcohol

Un último consejo.Pues recordar que durante estas fiestas se acude mucho al consumo de alcohol de una manera muy lícita, sin embargo, antes de mirar las conductas que vamos a tener habría que intentar eliminar o moderar muchísimo aquellos factores que ya de por sí van a alterar nuestra conducta, entre los que se encuentra ese consumo de alcohol.

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