Ambivertidos: a medio camino entre los introvertidos y los extrovertidos (y con lo mejor de ambos)

Para los psicólogos las personas ambivertidas son un modelo de estabilidad y equilibro.
Para los psicólogos las personas ambivertidas son un modelo de estabilidad y equilibro.
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Para los psicólogos las personas ambivertidas son un modelo de estabilidad y equilibro.

Para el común de los mortales es habitual el uso de los términos introvertido y extrovertido para referirse a la personalidad humana. Si pensamos en una persona introvertida la asociamos rápidamente a un carácter más reservado, solitario y reflexivo, mientras que una extrovertida tiende a ser más sociable y servicial.

Esta tipología se la debemos al psicólogo Carl Gustav Jung, que fue el primero en utilizar estos términos en su famosa obra Tipos psicológicos (1921). Sin embargo, hasta el propio Jung señaló ya en ese momento que no existe el puro introvertido o el puro extrovertido. Son solo dos categorizaciones opuestas en una escala de matices de carácter y cada persona tiende a situarse en un punto determinado entre ambos extremos. Algo que llegó a resumir en una frase: “nadie es puramente extrovertido ni puramente introvertido, o estaría encerrado en algún manicomio”.

Tan solo dos años después entró en acción otro término: ambivertido. El psicólogo estadounidense Edmund S. Conklin lo acuñó en 1923 para describir a aquellas personas que se ubican entre los introvertidos y los extrovertidos. El experto definía, además, a este tipo de personas como “seres normales, saludables, adaptativos, flexibles y efectivos”.

Para Conklin, básicamente, ser ambivertido es un modelo de estabilidad y equilibro. Personas que reúnen lo mejor de los introvertidos y de los extrovertidos por varias razones. La principal, su flexibilidad de carácter, ya que se adaptan con facilidad a cualquier circunstancia, tanto a la soledad como a la compañía. Además, poseen espontaneidad, así como una buen intuición para saber cómo comportarse adecuadamente según la situación.

Son personas que buscan saciar sus necesidades personales antes que verse influenciadas por los demás. De esta forma, saben elegir cuáles son los momentos ideales para pasar tiempo solos, disfrutan de la soledad y aprecian la introspección. Además, son selectivos a la hora de elegir las personas con las que comparten su tiempo y respetan mucho también la privacidad de los demás.

Por su parte, en las situaciones sociales se abren a los demás y buscan que las relaciones sean fluidas. Saben sacar partido a las interacciones con los demás y aprender de lo que otros pueden aportarles.

Por lo tanto, podría decirse que los ambivertidos son hábiles manejando los dos códigos: el de los introvertidos y el de los extravertidos. De hecho, el psicólogo Daniel H. Pink los ha comparado con las personas bilingües, ya que manejan con fluidez dos idiomas a la vez y encuentran la mejor manera de expresarse en ambos. El profesor Mayer de New Hampshire destaca que “son personas flexibles que pueden ser introvertidas o extrovertidas, dependiendo de las condiciones sociales”.

En resumidas cuentas, ¿qué características definen a un ambivertido? Los expertos señalan como principales:

- Su capacidad para concentrarse tanto en el mundo exterior como en el interior.

- Buena estabilidad mental para determinar cuáles son los momentos más apropiados para reaccionar de determinada manera.

- Se adaptan con facilidad a cada situación.

- Aprecian la soledad y los momentos de reflexión.

- Son selectivos en lo que respecta a las personas con las que deciden pasar su tiempo.

- Se decantan por los ambientes tranquilos pero son capaces de desenvolverse con soltura en reuniones sociales.

- Participan plenamente en las conversaciones si tienen interés en el tema tratado y conocimientos que compartir.

- Son capaces de escuchar con atención y muestran interés por las opiniones e intereses de los demás.

- Son personas calmadas y asertivas a la hora de tomar decisiones. Saben controlar sus impulsos. 

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