La tocofobia es el nombre que se le ha otorgado al miedo al parto. Es importante aclarar que sentir miedo relacionado con el momento del parto es normal y cuando se presenta de forma leve o moderada resulta incluso una preocupación adaptativa, ya que nos permite cuidar de nosotras mismas durante ese periodo tan delicado. Por lo tanto, es importante diferenciar las preocupaciones por el parto de una fobia específica al parto.
Anna Valentina Caprioli
- Terapeuta con orientación sistémico - relacional de Buencoco
El miedo a dar a luz está relacionado principalmente con la forma en que la mujer imagina la experiencia del dolor durante el parto y el temor a ser sometida a procedimientos dolorosos por parte del personal sanitario.
Podemos considerar que puede ser una fobia cuando el miedo al dolor o el miedo a morir empiezan a sentirse como miedos intolerables para la persona. En este segundo caso, el miedo al parto produce ansiedad y temor que si resultan excesivos pueden llevar a las mujeres que lo padecen a desarrollar estrategias para eludir el parto o inclusive a desarrollar un estado fóbico. La incidencia estimada de mujeres que padecen tocofobia oscila entre el 2% y el 15% y el miedo intenso al parto supone un 20% en las mujeres primerizas.
¿Cuáles son las causas de la tocofobia?
Es importante evidenciar que no hay una sola causa que explique la tocofobia, es decir que, el miedo al parto incluye diversos factores y los mismos pueden ser un factor de riesgo en unos casos o un factor de protección en otros.
Una variable a considerar es la historia vital de cada mujer que obviamente es única. Es más probable que mujeres con un patrón de pensamiento basado en la vulnerabilidad personal, que se perciben como un sujeto frágil y que carecen de los recursos necesarios para traer un bebé al mundo puedan desarrollar una fobia al parto. Otro factor que puede influir es el nivel de confianza o desconfianza en el personal médico. La red de apoyo también puede tener un peso importante en la sensación de la mujer de ser capaz de afrontar el parto.
Por ejemplo: muchas veces las historias que cuentan quienes han experimentado un parto doloroso, pueden contribuir a desarrollar diversos miedos al parto y a creer que el dolor de este es intolerable. La percepción del dolor también es otra variable a tener en cuenta, siendo éste subjetivo pues depende de las creencias y pensamientos culturales, cognitivo-emocionales, familiares e individuales.
Además puede haber factores externos que pueden influir en el miedo al parto como por ejemplo: el duelo perinatal, experiencias adversas en el parto, intervenciones obstétricas invasivas, un parto prolongado y difícil, cesáreas de urgencia por desprendimiento de placenta, una experiencia de parto anterior donde se vivió violencia obstétrica…
¿Cómo lidiar con el miedo al parto?
Como se evidenció anteriormente, el miedo al parto es normal ya que representa un momento de vulnerabilidad. En la mayor parte de los casos aceptar tener miedo puede ser ayuda para regresar a una situación de calma.
Las mujeres también pueden intentar distraerse de estos pensamientos o buscar apoyo en su pareja, familiares y amistades. Cuando se trata de una fobia, es muy probable que estas estrategias no sean suficientes aunque la persona lo intente. En estos casos es importante buscar ayuda psicológica para poder explorar, conocer y aceptar nuestras emociones
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