Pablo R. Coca, autor de 'Occimorons': "Es inviable un proceso terapéutico con la atención pública actual a la salud mental"

Pablo R. Coca.
Pablo R. Coca.
PABLO R. COCA
Pablo R. Coca.

La salud mental está de actualidad. Por una parte, porque es cierto que la pandemia la ha puesto en jaque para muchas personas; por otra, porque por primera vez ha irrumpido con fuerza en la agenda política.

En este clima nace Occimorons, un proyecto del viñetista y psicólogo Pablo R. Coca que, a través de redes sociales como Instagram o Twitter y de la publicación del libro Esas cosas que nos pesan, reivindica la importancia de cuidar de nuestra salud mental individualmente y como sociedad. 20minutos se ha puesto en contacto con él para conocer más a fondo las ideas tras los dibujos y, por supuesto, a su artífice.

Pregunta: Te defines como un psicólogo que va al psicólogo. ¿Deberíamos ir todos?Respuesta: Buena pregunta. La decisión de ir al psicólogo es una decisión bastante personal y totalmente legítima. En mi opinión, considero que no todo el mundo debería ir al psicólogo ya que hay malestares que son propios de la vida, por ejemplo, pasar por un duelo. Todas las personas tenemos recursos personales que hemos ido desarrollando a lo largo de nuestra historia de aprendizaje desde que nacemos, y que nos sirven para poder manejar de alguna manera las situaciones que se nos van presentando. El sufrimiento es también parte de la vida, igual que el disfrute y los buenos momentos. Por ello, tenemos que aprender a tolerar aquellas emociones que nos invaden en los malos momentos y que socialmente, están mal vistas. Otra cosa diferente es cuando ese malestar empieza a ocupar demasiado espacio en nuestra vida y por demasiado tiempo hasta el punto de que nos paraliza en algún ámbito. En ese caso, sí debemos considerar pedir ayuda; incluso, si es posible, profesional. Es necesario también comentar que no todos los problemas que puede tener una persona son problemas psicológicos y que, por tanto, no se van a resolver yendo al psicólogo.

En 'Esas cosas que nos pesan', Occi siempre se pone excusas para no ir. ¿Por qué puede ser tan difícil afrontar la terapia a veces?Dejando a un lado el aspecto económico (porque, aún, ir al psicólogo sigue siendo un privilegio y no un derecho) la decisión de dar el paso puede ser difícil de afrontar, ya que pedir ayuda no está bien visto en todos los contextos. Vivimos en un mundo donde no se nos permite estar mal, donde se señala a la persona que sufre, se la cuestiona, se la invalida emocionalmente y se le culpabiliza de su malestar. Tenemos un lema: “estar bien es cuestión de actitud”. La realidad es mucho más compleja que eso. No podemos estar siempre bien siempre y tampoco siempre depende de nosotros/as mismos/as el estar bien. Son muchos factores los que se ponen en juego y los que hay que ir desgranando poquito a poco. Por ejemplo, el estigma que aún sigue habiendo sobre el hecho de ir a terapia, o incluso de pedir ayuda a tu círculo cercano y decir: “no puedo más”. Parece que si decimos esa frase nos estamos mostrando débiles o que no somos capaces de resolver nuestros problemas. Además, muchas personas piensan que no ven suficientes los motivos que tienen para pedir ayuda, piensan que deberían estar peor o estar viviendo algo gravísimo. En el libro, Occi, representa a grandes rasgos aquellos problemas que puede presentar cualquier persona a la hora de pedir ayuda profesional y con los que cualquier lector puede sentirse identificado, al leer esas cosas que le pesan. Muchas personas, cuando han dado el paso de pedir ayuda, dicen que lo hicieron porque tocaron fondo. Ahora yo preguntaría a la persona que está leyendo esto: ¿Cuál es tu fondo? ¿Cuáles son tus fondos? Es importante tener más o menos claros los límites del malestar para no normalizar vivir sufriendo. Todo esto es algo que voy plasmando en el libro a través de la historia, porque pedir ayuda no es tan fácil como pensamos.

Occimorons.
Occimorons.
Pablo R. Coca

Morons, en cambio, le aconseja frecuentemente pedir esa ayuda. ¿Eres más Occi o más Morons? ¿Todos tenemos un Morons en nuestras vidas?Por así decirlo, Morons es una especie de Alter Ego que orienta sobre lo que debemos hacer en cada momento, pero lo correcto no es siempre lo que nos apetece hacer o no siempre lo sentimos así. Es aquella persona que te acompaña, que no juzga y con quien puedes hablar de cualquier tema. Morons, además, tiene la peculiaridad de que respeta que no se le haga caso, que se cometan errores, porque de eso también va la vida. Personalmente, unos días soy más de Occi y otros días más de Morons. Incluso en bastantes ocasiones cuando me pasa algo o tengo un día pocho, recreo conversaciones en mi cabeza como si Occi y Morons estuviesen hablando y reflexionando sobre ese tema. Ojalá hubiese un Morons en todas las personas, si fuese así no habría la gran tasa de soledad que conocemos en la actualidad.

Cuéntame un poco la historia detrás del proyecto de Occimorons. ¿Cuándo nace? ¿Qué busca?Occimorons nace el 4 de abril del 2020, justo en cuarentena. Al estar encerrados en casa, tuve tiempo para dibujar y crear. Mi hermana tiene el síndrome 22q11.2 y el diagnóstico de esquizofrenia, por lo que a través del arte consigo conectar con ella y pasar momentos juntos sin que sus voces negativas la desborden. Así fue como dibujando en la mesa del salón durante ese tiempo en el que estuvimos encerrados surgió el primer muñecote hecho con ceras blandas, al cual yo le puse unas palabras y creé la primera viñeta. Me gustó bastante la idea, así que le puse nombre al proyecto, me creé una cuenta en Instagram y empecé a subir las viñetas que iba haciendo; todo con la idea de que dicha red social me sirviese para ir guardando los dibujos, como una especie de recopilatorio online. A los meses, se empezaron a viralizar las viñetas y la verdad que en estos dos años han pasado cosas que jamás me podía imaginar que me pudieran pasar. El proyecto busca poner encima de la mesa temas sobre salud mental que son tabú o directamente no se hablan, y si no se habla de ello parece que no existe o que a nadie le pasa. Por así decirlo, las viñetas son una herramienta muy potente para hablar de ciertas temáticas sobre salud mental, hacer pensar a las personas que las leen y sobre todo, dejar espacio para que cada persona haga su lectura sobre ellas.

Y tu interés por la psicología, ¿Cuándo nace? ¿Qué fue antes, querer ser psicólogo o pasar por la consulta?Mi interés por la psicología nace antes de ir a terapia, justo cuando mi profesora de filosofía del instituto, en algunas clases, hablaba de psicología. A mi me fascinaba lo que ella contaba en clase. Justo acabando segundo de bachiller decidí cambiar la carrera que quería hacer por psicología. Hace 6 años, cuando yo decidí estudiarlo, seguía habiendo bastante estigma en cuanto al grado de psicología. Me decían que no había trabajo, que los psicólogos siempre acaban tocados de la cabeza o que yo me merecía hacer una carrera con más prestigio. Por otra parte, la situación de mi hermana también influyó en cierta medida en la decisión de estudiar psicología. Quería saber cómo ayudar, por qué le pasaba lo que le pasaba. Por así decirlo, el estudio de los fenómenos psicológicos era algo que me apasionaba y me sigue apasionando cada día.

El psicólogo, el individuo, las redes de cuidados... ¿Qué lugar deben ocupar? ¿Cómo se interrelacionan?Uf, interesante pregunta. Ir al psicólogo está muy bien, pero si luego tu contexto ejerce violencia sobre ti, quizá hay que buscar otro tipo de soluciones o a través de la terapia llegar a ellas. Al final, ¿qué sería de nuestra salud mental sin esas redes de cuidados, sin esas personas que nos acompañan y están ahí en esos momentos en los que la vida se tambalea? Sinceramente, no sabría responder esta pregunta, porque mi vida hubiese sido muy jodida si no hubiese contado con estas redes de apoyos. Es cierto que me costó tiempo y esfuerzo construirlas y que no siempre las redes de cuidados que construyes con otras personas son maravillosas. También hay enfados, conflictos y se pueden llegar a descuidar en algunos momentos. Creo que debemos reivindicar construir este tipo de redes con otras personas, y para ello necesitamos tiempo. Aunque claro, a veces, tal y como le pasó a Occi, no son suficientes, porque en ocasiones el malestar ocupa demasiado espacio en nuestra vida que necesitamos pedir ayuda profesional. La recuperación será mucho más eficaz si detrás contamos con una red de apoyo que nos acompaña, nos apoya y está ahí. Al final, todo se interrelaciona con todo. Es algo que abordo en el libro, dando a ver que ir al psicólogo está muy bien pero no es el factor que debemos tener en cuenta, porque nuestro contexto también importa.

De hecho, muchos a duras penas pueden acceder a uno. ¿Cuándo se convirtió en un privilegio la salud mental?La salud mental se convirtió en un privilegio en el momento en el que no existe una asistencia de calidad para la salud mental por parte del sistema público de salud, cuando el presupuesto que se invierte para la atención de la salud mental es mínimo en comparación con otras especialidades. Si no inviertes no puede haber una red de profesionales que den cobertura a la gran demanda social que existe. El resultado lo conocemos todas las personas. La primera opción que nos ofrecen es la medicación y las citas con los profesionales de la salud mental de la pública se demoran entre 3 y 6 meses. Es inviable hacer un proceso terapéutico con estos datos.

Vamos a soñar. ¿Cómo será la terapia del futuro?La terapia no necesita de grandes aparatos sofisticados, pero sí necesita de un sistema con los suficientes profesionales que puedan atender la demanda que actualmente existe. Para ello, es necesario que se dote de un mayor presupuesto la inversión económica a la atención pública y de calidad a la salud mental de los ciudadanos. Como más vale una viñeta que mil palabras, os comparto esta:

Occimorons.
Occimorons.
Pablo R. Coca
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