Estos son los anticonceptivos masculinos que podrían salir al mercado en los próximos años

En los próximos años podríamos ver varios nuevos anticonceptivos masculinos en las farmacias.
En los próximos años podríamos ver varios nuevos anticonceptivos masculinos en las farmacias.
DIANA VYSHNIAKOVA
En los próximos años podríamos ver varios nuevos anticonceptivos masculinos en las farmacias.

Hasta ahora, los varones apenas contaban con dos opciones en materia de anticonceptivos: los métodos de barrera (el preservativo) o los quirúrgicos (la vasectomía). Fuera de estas posibilidades, la responsabilidad ha recaído en la mujer, con los costes, efectos secundarios y riesgos que conlleva. Durante años, mientras tanto, la investigación en otros métodos para los hombres ha estado estancada.

En tiempos más recientes, y gracias a movimientos sociales como el que lucha por los derechos de las personas LGTBI o el movimiento femenino, se han retomado las iniciativas para desarrollar cosas como una 'píldora' para los varones.

Las diferencias en la investigación

El estudio The Future of Male Contraception, elaborado conjuntamente por los Youth Development Labs de la Universidad de Harvard y el fabricante de juguetes sexuales We Vibe sobre una cohorte de 3.549 personas procedentes de siete países y con las opiniones de siete expertos, explica que actualmente el uso de contracepción masculina representa tan sólo un 27,4% del total.

Esto, en parte, se entiende teniendo en cuenta las diferencias históricas en la investigación sobre métodos contraceptivos en ambos géneros. Específicamente, los intentos por desarrollar 'píldoras' masculinas se frenaron rápidamente por los efectos secundarios de la píldora Win 18446 mientras que los femeninos continuaron su curso y desembocaron en la aprobación de varias de las opciones que hoy nos resultan familiares. El criterio, entonces, era que la tolerancia de los hombres para los efectos secundarios era baja o mínima mientras que las mujeres persistirían en el uso de contraceptivos pese a ellos (ya que el balance de riesgos es diferente si se tienen en cuenta los que se asocian al embarazo).

Métodos hormonales

Con todo, las circunstancias sociales de los últimos años han favorecido que se retome la investigación sobre métodos contraceptivos masculinos, y ya hay varios que han llegado hasta las últimas etapas de desarrollo. Estos pueden dividirse en dos categorías amplias: hormonales y no hormonales.

Los primeros, como su nombre señala, emplean hormonas sexuales como la testosterona o la progesterona para inhibir la producción de esperma. Tienden a asociarse con un mayor riesgo de efectos adversos.

Dentro de ellos, el más prometedor consiste en una combinación de testosterona y nestorona (NES/T), que se aplica en forma de gel transdermal (absorbido por la piel). Si todo va según lo previsto y los ensayos clínicos arrojan resultados positivos, podría llegar a las farmacias de los Estados Unidos en 2027.

Además existen varias opciones orales, como el undecanoato de dimetandrolona (DMAU) o el 11β-metil19-nortestosterona17β-dodecilcarbonato (11β-MNTDC), que suprimen la producción de testosterona, teóricamente parando así la producción de esperma. Sin embargo, la eficacia de estos métodos a largo plazo aún está por clarificar, algo que también sucede con el implante de 7α-metil-19-nortestosterona (MENT).

Métodos no hormonales

Los métodos no hormonales, por su parte, usan métodos fundamentalmente mecánicos para interferir sobre cualquier fase del proceso de producción, maduración o transporte del esperma.

Quizás el que se encuentra en fases de desarrollo más avanzadas es la inhibición reversible guiada del esperma, que consiste en un gel que se inyecta en los conductos deferentes (aquellos que transportan el esperma fuera de los testículos), donde forma un bloqueo parcial que impide la liberación de esperma y lo altera de manera que tampoco podría fertilizar un óvulo. Es reversible mediante una inyección inocua de bicarbonato sódico, y se espera que su uso se apruebe durante este año en algunos países.

De manera novedosa, en los últimos días ha llamado la atención el compuesto TDI-11816, que inhibe una enzima llamada adenilil ciclasa necesaria para la motilidad de los espermatozoides, inmovilizándolos al cabo de media hora y durante entre dos y tres horas más. Los resultados preliminares parecen indicar que el enfoque es eficaz y seguro, pero su desarrollo está en fases muy tempranas (hasta ahora, sólo se ha probado en modelos animales).

Otras opciones son un anillo de silicona llamado Andro-Switch, que acerca los testículos al cuerpo para calentarlos, y un dispositivo llamado COSO que usa ultrasonidos con el mismo propósito. Por ahora, sin embargo, no hay datos procedentes de ensayos clínicos que acrediten la efectividad de ninguno de ellos.

Referencias

Janagan Alagarajah, Zach Witkin, Therese Bagwaneza, Shola Olabode-Dada, Rebecca Hope. The Future of male Contraception - A seven-country study of users' perspectives on the next revolution in healthcare. We Vibe / Y labs (2022).

Balbach, M., Rossetti, T., Ferreira, J. et al. On-demand male contraception via acute inhibition of soluble adenylyl cyclase. Nat Commun (2023). DOI: https://doi.org/10.1038/s41467-023-36119-6

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