Estados Unidos aprueba dos nuevos fármacos para combatir el cáncer de pulmón metastásico

De entre todos los tipos de cáncer, el de pulmón es uno de los más letales. No sólo eso, sino que también es un tipo especialmente común, gracias en parte a su estrecha relación con el hábito de fumar en una amplia proporción de casos.

Una opción para los cánceres más difíciles

El cáncer de pulmón se divide generalmente en dos tipos: de células pequeñas (cerca de un 20% de los pacientes) y de células no pequeñas (la gran mayoría de los casos). Ambos tienen tasas de mortalidad relativamente altas, si bien es cierto que tendentes a descender en las últimas décadas.

Sea como sea, y tal y como explica el portal de noticias médicas Medical News Today, existen algunos cánceres de pulmón que son especialmente difíciles de tratar, como es el caso del cáncer de pulmón de células no pequeñas metastásico.

Fumar cannabis podría dañar los pulmones más que el tabaco, según un estudio

Aquí es donde entran los dos nuevos fármacos aprobados: el, tremelimumab (Imjudo) y el durvalumab (Imfinzi). Desarrollados ambos por la farmacéutica AstraZeneca, pertenecen a una novedosa familia de tratamientos anticancerígenos que está mostrando un gran potencial en todo tipo de cánceres y en otras áreas más allá de la oncología: la inmunoterapia.

Ayudar al cuerpo a encontrar y matar el cáncer

Los dos fármacos deben ser empleados conjuntamente con quimioterapia (terapia coadyuvante). Al ser inmunoterapéuticos, en esencia su mecanismo de acción consiste en facilitar o instigar la reacción del cuerpo frente a las células cancerígenas.

El tremelimumab ayuda concretamente en la activación de las células T para que el sistema inmune inhiba una proteína que impide la muerte de las células cancerígenas.

Científicos españoles identifican las células causantes de las recaídas del cáncer de colon: "Estudiamos la metástasis antes de que se vea"

Por su lado, el durvalumab era un medicamento preexistente (aprobado para otros usos) que 'marca' las células cancerígenas adhiriéndose a proteínas especiales que éstas expresan en su superficie, señalando al sistema inmune dónde debe atacar.

La aprobación se ha concedido en base a los resultados del ensayo POSEIDON III, que analizó el uso de estos fármacos conjuntamente con una quimioterapia basada en platino. En este estudio se mostró que el durvalumab junto a la quimioterapia aumentaba hasta en un 26% las propiedades de supervivencia sin progresión del cáncer respecto a la quimioterapia por sí sola, y que la combinación de ambos fármacos con la quimioterapia elevaba ese porcentaje hasta el 28%.