Desarrollan un test de sangre capaz de detectar el lupus

Un análisis de sangre revelará cuándo los tumores benignos se vuelven cancerosos en la neurofibromatosis tipo 1
Un análisis de sangre revelará cuándo los tumores benignos se vuelven cancerosos en la neurofibromatosis tipo 1
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Un análisis de sangre revelará cuándo los tumores benignos se vuelven cancerosos en la neurofibromatosis tipo 1

La compañía biotecnológica Thermo Fisher Scientific Inc. anunció la semana pasada que dos nuevos test de sangre diagnósticos que ha desarrollado, uno capaz de detectar el lupus y otro capaz de detectar la esclerosis sistémica, han recibido la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) estadounidense.

Un test para un tipo particular de paciente

Más concretamente, el test EliA Rib-P es un test capaz de identificar el lupus detectando un anticuerpo específico relacionado con la enfermedad en las personas que son negativas en anticuerpos antinucleares.

Los anticuerpos antinucleares son un tipo de anticuerpo que el cuerpo genera contra sus propias células, con lo que son frecuentes en las personas con enfermedades autoinmunes. De hecho, la mayoría de las personas con lupus arrojan positivo en este parámetro. Con todo, hay un pequeño porcentaje de los pacientes de lupus que no produce estos anticuerpos, y es para estas personas para las que el EliA Rib-P puede resultar vital.

Esta nueva prueba detecta, en su lugar, anticuerpos ribosomales P monoespecíficos, que están presentes en la sangre de una gran proporción de los pacientes con lupus eritematoso sistémico, con lo que el test ofrece una opción diagnóstica viable para ese conjunto de pacientes negativos en los anticuerpos antinucleares.

Según ha aprobado la FDA, por ahora este test en Estados Unidos sólo puede obtenerse con una receta médica. Por ahora, la empresa no ha explicado si ha solicitado su aprobación para los países europeos.

Una enfermedad potencialmente grave

El lupus eritematoso sistémico es una de las enfermedades autoinmunes más prevalentes. Se trata de un trastorno crónico y sistémico (es decir, que afecta a prácticamente cualquier órgano del cuerpo) con manifestaciones heterogéneas, algunas de ellas con compromiso grave.

El tratamiento, por tanto, se concentra en mantener al mínimo posible la actividad de la enfermedad, tratando de evitar síntomas y complicaciones. Para ello, y debido a los efectos adversos de algunos de los tratamientos, es vital lograr un diagnóstico preciso.

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