Cómo el calor puede llegar a matarte: los científicos buscan vías para reducir el riesgo

Hidratarse es fundamental para evitar problemas asociados a las altas temperaturas.
Hidratarse es fundamental para evitar problemas asociados a las altas temperaturas.
©GTRESONLINE
Hidratarse es fundamental para evitar problemas asociados a las altas temperaturas.

En los últimos días, una ola de calor extremo está asolando Canadá, con unas temperaturas que alcanzan los 50ºC y que afectan, sobre todo, a la costa oeste del país, así como al noroeste de Estados Unidos. Las consecuencias más terribles de este calor son los cientos de muertes que se están produciendo, ya que este calor puede llegar a ser letal. 

Concretamente, los datos apuntan a que entre el 25 y el 28 de junio, coincidiendo con la ola de calor, ha habido un exceso de cientos de muertes respecto a la media de fallecimientos en esta época del año.

El promedio de muertos entre esas fechas debería haber sido en torno a 165, pero se ha disparado hasta 486, el triple. Aunque es pronto para saber cuántos de estos fallecimientos se han producido como consecuencia del calor, los expertos sí creen que gran parte del exceso puede ser debido a las extremas temperaturas. 

Límite corporal, 42º

El cuerpo humano posee mecanismos para conseguir bajar la temperatura corporal cuando esta es excesiva. Sin embargo, los golpes de calor, las insolaciones o las quemaduras son problemas relacionados con el sol y las altas temperaturas que, si no se pone remedio, pueden acabar por ser mortales. 

La temperatura ideal para que las funciones vitales se desarrollen correctamente están, generalmente, entre los 36º y los 37ºC. Estas temperaturas varían dependiendo de la salud y de la persona, ya que quienes viven en climas cálidos y húmedos terminan por adaptarse y soportan mejor el calor extremo.

"Cuando las temperaturas exteriores son más altas que las del cuerpo, la sangre en la piel no liberará calor".

Sin embargo, todo tiene un límite: "Cuando las temperaturas exteriores son más altas que las del cuerpo, la sangre en la piel no liberará calor. Y donde la humedad es alta, el sudor no enfriará la piel", explican desde el medio Science News For Students. Concretamente, los expertos indican que los humanos no podemos refrescarnos correctamente si pasamos mucho tiempo a unos 35ºC con humedad.

Es cuando el cuerpo pasa mucho tiempo en un ambiente a esta temperatura y a una gran humedad cuando se empieza a experimentar el agotamiento por calor, produciéndose debilidad, mareos y náuseas. Si no se remedia, la persona puede pasar a sufrir el golpe de calor: "Esto indica que la capacidad del cuerpo para regular el calor se ha deteriorado. Esto puede permitir que la temperatura corporal central suba hasta 40°C". Finalmente, si no se baja la temperatura del cuerpo, se pueden dar ataques, convulsiones o coma, hasta producirse la muerte. 

Para tener una referencia aproximada, una temperatura corporal de unos 42ºC, puede ser fatal y provocar la muerte: "Si una persona se calienta demasiado (este punto de inflexión varía, pero ronda los 42°C para el estrés por calor por esfuerzo), la sudoración puede detenerse y la temperatura corporal puede dispararse, a veces incluso por encima de los 44ºC", explican desde la revista científica Science. Es en este punto cuando el cerebro flaquea, lo que puede dar lugar a la confusión, la dificultad para hablar, incluso, el coma o la muerte. 

De hecho, varios estudios demuestran que las olas de calor influyen en las funciones cognitivas de los seres humanos, aumentándose el tiempo de reacción y reduciendo el rendimiento de las actividades, tal y como muestra una investigación publicada en la revista PLOS Medicine.

El calor, un asesino silencioso 

Al hilo de la ola de calor que se está produciendo en el continente americano, hay que saber que los datos oficiales, recogidos por la revista Popular Science, dejan alrededor de 700 muertes anuales en los Estados Unidos relacionadas con la exposición al calor extremo. 

"Sabemos una cosa con certeza: podemos esperar más  muertes en los próximos años".

Sin embargo, los expertos que estudian la relación entre la salud y el calor creen que esta cifra se queda corta y que podrían ser muchas más muertes: "Es difícil decir cuántos con certeza, dado que la mayoría de ellos no se registran. Pero sea cual sea ese recuento sombrío, sabemos una cosa con certeza: podemos esperar más en los próximos años", recoge el citado medio. 

Los eventos de calor extremo van cada vez a más, por lo que los científicos creen que un mayor porcentaje de la población lidiará con máximos peligrosos, tal y como indican desde el Servicio Meteorológico Nacional

Colectivos vulnerables

Los anteriores datos mencionados sobre las muertes producidas en relación al calor extremo están muy relacionadas con la edad o las condiciones de cada persona. Es por ello que las muertes anuales están engrosadas, sobre todo, por las poblaciones más vulnerables, como las personas sin hogar y los ancianos.

Aunque nadie es inmune al calor, este afecta mucho más a unos grupos que a otros. Concretamente, los ancianos son el grupo más vulnerable, ya que tienen menos glándulas sudoríparas y los mecanismos corporales de respuesta al aumento de temperatura son más lentos. 

Por lo general, los ancianos no sudan ni bombean sangre con tanta eficacia como los jóvenes, pero los niños también están en riesgo de sufrir más fácilmente el golpe o agotamiento por calor, ya que no tienen tan desarrollada la capacidad para regular la temperatura interior. Lo mismo sucede con las embarazadas, cuyo cuerpo emplea más esfuerzo debido a las demandas que el feto le impone al cuerpo.

Por último, las condiciones de las personas sin hogar, que no tienen acceso a zonas donde refugiarse del calor extremo, así como los trabajadores de la construcción y de otros ámbitos que tienen que estar al aire libre, también tienen un mayor riesgo de sufrir los problemas ocasionados por las temperaturas extremas. 

Atentos a la deshidratación

Una correcta hidratación es una de las recomendaciones más importantes para evitar problemas por el calor que, incluso, pueden conducir a la muerte. Con las olas de calor extremo, hidratarse es mucho más importante, ya que se pierde mayor cantidad de agua por el mecanismo de sudoración para regular la temperatura del cuerpo. 

De hecho, la deshidratación aumenta en gran medida la tensión por calor y el riesgo de lesiones graves. Sin embargo, hay que tener en cuenta que, aunque mantenerse bien hidratado es muy importante, esto puede no ser suficiente cuando la temperatura corporal empieza a aumentar si el calentamiento interno o externo es muy grande, tal y como han demostrado algunos expertos en sus estudios. 

Cómo evitar el riesgo de muerte por calor

Así, para evitar sufrir alguna de estas fatales consecuencias relacionadas con las altas temperaturas que se producen con las olas de calor, lo mejor es seguir una serie de recomendaciones, como las que se explican en la nueva Campaña de información de Olas de Calor de la Comunidad de Madrid. 

Así, las principales recomendaciones cuando hay una ola de calor, son:

  • Beber con frecuencia: puede ser agua, zumos de frutas, refrescos o bebidas isotónicas (al menos 2 litros diarios) aunque no se sienta sed. Hay que evitar las bebidas alcohólicas, con mucha cafeína o muy azucaradas, pues pueden hacer que se pierda más líquido corporal.
  • Hacer comidas ligeras: estas deben ayudar a reponer las sales minerales perdidas con el sudor (gazpachos ligeros, ensaladas frías, verduras, etc.) y evitar comidas copiosas y calientes. Hay que comer con moderación, evitando los excesos. Las verduras, las hortalizas y la fruta de verano son muy recomendables por su alto contenido en agua y sales minerales.
  • Protegerse del sol: hay que evitar salir a la calle en las horas más calurosas del día. En casa, se deben bajar las persianas y los toldos de las fachadas expuestas al sol. En las primeras horas de la mañana o durante la noche, hay que aprovechar para ventilar y refrescar la casa. 
  • En el exterior: protegerse del sol y permanecer durante el mayor tiempo posible en los lugares más frescos, a la sombra o climatizados. No hay que hacer demasiados esfuerzos cuando esté haciendo mucho calor y no hay que hacer deportes al aire libre en las horas más calurosas (de 12.00 a 17.00 horas). Por otro lado, se puede usar ropa ligera y cubrirse la cabeza con un sombrero o gorra. También hay que usar protector solar.
  • En los vehículos: no hay que dejar a nadie, personas o mascotas, en un vehículo expuesto al sol en verano, sobre todo niños pequeños, ancianos o enfermos crónicos.

Sin embargo, si se detecta que una persona tiene algún síntoma relacionado con las altas temperaturas, como una insolación, un síncope, o el estrés o agotamiento por calor, se deben seguir estas acciones inmediatas para bajar la temperatura corporal: 

  • Interrumpir la exposición al calor inmediatamente. Poner a la persona en reposo en sitio fresco.
  • Rehidratación con líquidos que contengan sales: suero oral, limonada alcalina, etc.
  • Colocar a la persona afectada tumbada boca arriba en un sitio fresco y elevarle las piernas.
  • Desabrocharle las prendas ajustadas, corbata, etc, para facilitar la respiración.
  • En algunos casos, se puede aplicar una bolsa de hielo en la cabeza o compresas de agua fresca.

Por otro lado, desde la mencionada web indican que el golpe de calor es una emergencia vital, por lo que debe tratarse en un hospital. Cuando una persona sufre un golpe de calor requiere ayuda inmediata, por lo que hay que llamar al 112. Mientras acuden los servicios de emergencias, se debe: 

  • Bajar rápidamente la temperatura corporal de la persona afectada, incluso antes de su traslado al hospital.
  • Para ello, hay que colocar a la persona en la sombra, desvestida.
  • Se debe tratar de enfriar su cuerpo con lo que se tenga a mano: compresas de agua helada, ducha de agua fría, envolviéndola en una sábana húmeda y poniendo un ventilador enfrente, etc.
Mostrar comentarios

Códigos Descuento