Animales vs máquinas: cuáles son las ventajas y desventajas de cada tipo de trasplante

El equipo quirúrgico de la Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland, liderado por el cirujano Muhammad M. Mohiuddin (centro), con el corazón de cerdo modificado genéticamente que fue trasplantado con éxito al paciente David Bennett, en Baltimore, Maryland (EE UU).
El equipo quirúrgico de la Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland, liderado por el cirujano Muhammad M. Mohiuddin (centro), con el corazón de cerdo modificado genéticamente que fue trasplantado con éxito al paciente David Bennett, en Baltimore, Maryland (EE UU).
FACULTAD DE MEDICINA DE LA UNIVERSIDAD DE MARYLAND / EFE
El equipo quirúrgico de la Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland, liderado por el cirujano Muhammad M. Mohiuddin (centro), con el corazón de cerdo modificado genéticamente que fue trasplantado con éxito al paciente David Bennett, en Baltimore, Maryland (EE UU).

Recientemente, un grupo de cirujanos estadounidenses asociados a la Universidad de Maryland logró trasplantar el corazón de un cerdo a un hombre sin que se produjera un rechazo hiperagudo (inmediato). Se trata de todo un logro, que incide en el avance de una línea de investigación con décadas de antigüedad: el xenotrasplante, o trasplante de órganos animales a personas.

Alternativas a lo humano

Los trasplantes de órganos, una idea que se había viniendo explorando desde la antigüedad, despegaron realmente a finales de la década de los años 60 y principios de los 70, cuando la ciencia médica estuvo lo bastante avanzada como para hacer viable este complejo procedimiento. De pronto, un nuevo tipo de cirugía era capaz de dar una solución a muchos pacientes que, anteriormente, no la tenían.

Sin embargo, pronto surgió un problema: para realizar un trasplante de órganos hacer falta un donante, y estos suelen escasear bastante más que las personas que necesitan el trasplante. Por ello, en las décadas de los años 80 y los años 90, los médicos comenzaron a buscar alternativas a los órganos humanos que pudieran eliminar, o al menos retrasar, la dependencia de un donante humano.

De manera paralela, se desarrollaron dos líneas principales de trabajo: el xenotrasplante y el uso de máquinas (por ejemplo, en el caso de las que sustituyen al corazón se denominan dispositivos de asistencia ventricular). La primera de ellas ha permanecido únicamente como vía experimental, sin aplicación clínica real, mientras que la segunda avanzó exponencialmente y se usa ampliamente en la actualidad.

"Una cosa muy importante que hay que recalcar es que el xenotrasplante se comenzó a investigar en los años 80 y 90 y que se desarrolló de manera paralela a todas las máquinas que conocemos como asistencias ventriculares. Pero mientras las máquinas se habían desarrollado exponencialmente y ahora ayudan a ciertos pacientes a sobrevivir, el xenotrasplante no había visto un desarrollo real", explicó sobre las asistencias ventriculares a 20Minutos María Dolores García-Cosío, cardióloga del Hospital 12 de Octubre de Madrid y del Grupo de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Cardiovasculares (CiberCV), en una reciente entrevista.

Ventajas e inconvenientes: máquinas

A priori, cabe preguntarse por qué si, hasta el momento, uno de los dos caminos ha sido aparentemente más exitoso, los investigadores siguen ahondando en el otro. Y es que, aunque la utilidad clínica de los trasplantes de máquinas es innegable, también tienen sus inconvenientes.

"Las asistencias ventriculares ayudan, y son una realidad hoy en día para los pacientes, pero no están exentas de problemas", comenta al respecto García-Cosío. "El tener una máquina, un corazón artificial, tiene un cierto riesgo de trombosis, de tener coágulos y de tener hemorragias".

Otra desventaja es una que a muchos les resultará familiar gracias a su smartphone: "hoy por hoy, hacen que el paciente esté dependiente de un cable a través de la piel para cargar unas baterías, para estar unido como a un ordenador...", comenta la experta.

"Es decir, no es como un trasplante en el que tu metes un órgano, cierras, y en cuanto a calidad de vida es claramente superior", añade.

"Las asistencias dan solución a ciertos pacientes, pero no a todos, y tienen una durabilidad también limitada. Con los últimos dispositivos se han logrado supervivencias muy similares al trasplante a los dos años, realmente dos años de supervivencia para gente joven con problemas de corazón no es una solución definitiva".

Ventajas e inconvenientes: xenotrasplantes

Todo ello explica que los médicos sigan explorando el camino del xenotrasplante, pese a su importante dificultad.

Y es que, frente a estos riesgos que hemos nombrado en el caso de los dispositivos artificiales, el xenotrasplante tiene un principal escollo: si el rechazo y la compatibilidad entre donante y receptor ya suponen un problema con los trasplantes entre humanos, si tratamos de trasplantar un órgano animal esta dificultad se multiplica.

En el caso de los trasplantes entre humanos, además de realizarse estudios muy pormenorizados de compatibilidad entre ambas partes de la ecuación, este problema requiere inevitablemente un tratamiento inmunosupresor vitalicio en el receptor.

"Siempre tenemos que encontrar el equilibrio entre vivir con un órgano trasplantado, lo que requiere que el paciente tome siempre una medicación inmunosupresora, y el riesgo de sufrir infecciones o complicaciones precisamente por bajar de esta manera las defensas a los pacientes para que toleren ese órgano".

Este equilibrio, hasta hace poco, era imposible en el caso del xenotrasplante. Sin embargo, recientemente otro campo de la medicina parece haber encontrado soluciones: la genética.

"Todos los desarrollos en la genética en la última década han hecho que sea posible que se dé este desarrollo. Por ello, este trasplante es un hito muy esperanzador", concluye García-Cosío.

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