El esperanzador trasplante de corazón de cerdo a humano y la lucha contrarreloj ante el riesgo a un "rechazo genético"

Trasplante de corazón de cerdo.
Trasplante de corazón de cerdo.
Henar de Pedro
Trasplante de corazón de cerdo.
Trasplante de corazón de cerdo.
Henar de Pedro / ATLAS

El exitoso trasplante un corazón de un cerdo en un cuerpo humano sin rechazo llevado a cabo por la Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland, en Estados Unidos, ha consolidado un hito "histórico" para la Medicina y posibilita un horizonte esperanzador para posibles tratamientos a personas que se quedan sin alternativa cuando las posibilidades de éxito se acaban al no disponer de órganos humanos.

El pasado mes de octubre un hospital de Nueva York abrió el camino al trasplantar temporalmente el riñón de un cerdo genéticamente modificado a un cuerpo humano y el abanico de posibilidades se amplía, sembrando un camino a medio plazo ilusionante.

“Era morir o hacer este trasplante. Quiero vivir. Sé que es un tiro en la oscuridad, pero es mi última opción”, aseguraba el paciente antes de someterse a una intervención revolucionaria que podría permitir mitigar la escasez de órganos. "No hay suficientes corazones humanos de donantes disponibles para cumplir con la larga lista de receptores potenciales”, aseguraba Bartley Griffith, doctor encargado de esta intervención quirúrgica.

"Era morir o hacer este trasplante. Quiero vivir. Sé que es un tiro en la oscuridad, pero es mi última opción"

Con todo, aún es necesario ser pacientes para realmente poder evaluar el éxito del procedimiento. "Es una noticia muy llamativa, pero que todavía tenemos que tomar con un poco de cautela", explica en este sentido a 20Minutos María Dolores García-Cosío, cardióloga del Hospital 12 de Octubre de Madrid y del Grupo de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Cardiovasculares (CiberCV).

"Hay que tomar la noticia con cautela"

"El xenotrasplante (trasplante de órganos animales a seres humanos) es una vía de desarrollo que se abrió hace ya muchos años, paralelamente al desarrollo de los trasplantes en los años 80 y 90", contextualiza la experta, "pero nunca se ha llegado a la práctica clínica con ello por miedo a un posible rechazo".

Y es que, tal y como detalla, "los pacientes trasplantados siempre tienen un cierto riesgo de rechazo, aunque sean órganos de la misma especie. Pero el riesgo es mucho más elevado cuando se trata de órganos de otra especie". De hecho, cuenta, "siempre tenemos que encontrar el equilibrio entre vivir con un órgano trasplantado, lo que requiere que el paciente tome siempre una medicación inmunosupresora, y el riesgo de sufrir infecciones o complicaciones precisamente por bajar de esta manera las defensas a los pacientes para que toleren ese órgano".

"El peligro del rechazo hiperagudo (nada más colocarlo) era un tema no resuelto", reconoce García-Cosío. "De hecho, la propia noticia nos dice que el paciente todavía está con una máquina que ayuda a su corazón, no está viviendo 'el sólo' con el corazón nuevo, que parece que funciona bien pero ellos mismos son muy cautos".

PERFIL DEL PACIENTE

  • David Bennet, de 57 años y residente en Maryland:
    - Fue operado hace tres días tras sufrir una arritmia y se encuentra bajo vigilancia médica
    - Era la única opción disponible para el paciente, ya que varios hospitales habían descartado la posibilidad de hacerle un trasplante convencional.

"Lo que es muy esperanzador es que parece que han logrado mediante una modificación genética reducir ese riesgo de rechazo, pero eliminar esas defensas eleva el riesgo de complicaciones. Por tanto, esto es algo que queda por ver. Es una buena noticia, pero todavía estamos en una etapa muy inicial", sintetiza la cardióloga.

"Una vía de experimentación esperanzadora"

Según desarrolla García-Cosío, a partir de este punto existen dos principales riesgos que van a ser los que determinen cómo de exitoso se puede considerar el procedimiento.

"El primero y más inmediato sería que, en las próximas semanas, el cuerpo del paciente rechazase el corazón. El segundo tiene que ver con la inmunosupresión, que aparezcan complicaciones asociadas a tener el sistema inmune demasiado deprimido: que aparezcan infecciones porque el cuerpo del paciente no pueda defenderse debido a requerir un tratamiento demasiado elevado".

"Es por esto que debemos valorar esta noticia como un paso más allá en investigación para poder dar una solución a algunos pacientes, pero sólo como una vía de investigación: ahora mismo, no creo que estemos en condiciones de poder darlo como una realidad clínica".

"Una cosa muy importante que hay que recalcar", prosigue, "es que el xenotrasplante se comenzó a investigar en los años 80 y 90 y que se desarrolló de manera paralela a todas las máquinas que conocemos como asistencias ventriculares. Pero mientras las máquinas se habían desarrollado exponencialmente y ahora ayudan a ciertos pacientes a sobrevivir, el xenotrasplante no había visto un desarrollo real".

"Sin embargo, todos los desarrollos en la genética en la última década han hecho que sea posible que se dé este desarrollo. Por ello, se trata de un hito muy esperanzador", añade.

"El corazón de cerdo es muy similar al del humano

García-Cosío también desarrolla por qué para este logro se ha empleado, concretamente, un corazón de cerdo y no de otro animal. "Es llamativo, pero desde el punto de vista médico la estructura cardíaca del cerdo es muy parecida a la del humano. En cuanto a la anatomía, es un animal que se ha empleado mucho en experimentación porque nos da la oportunidad de observar resultados en un corazón muy similar al humano".

"Además, el cerdo tiene la ventaja de que, desde que nace hasta que su corazón alcanza un tamaño que sería equivalente al del humano, lleva un espacio de tiempo corto. Es muy frecuente que se usen corazones de cerdo en entornos experimentales por eso, por su similitud con el humano y por la disponibilidad de estos animales".

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