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Tercer gran golpe al entramado político de la banda en los últimos doce meses

Varios guardias civiles, durante la operación desarrollada por el instituto armado en Hernani.
Javier Etxezarreta / EFE

El dispositivo desplegado esta madrugada contra Ekin supone la tercera gran operación de las Fuerzas de Seguridad contra los sectores más duros del entramado político de ETA en el último año, en que el entorno de la banda se ha divido entre los denominados posibilistas, partidarios de abrir un nuevo proceso en ausencia de violencia, y los que insisten en la necesidad de los atentados como forma de doblegar al Estado.

La primera de ellas fue a finales de noviembre del año pasado cuando las Fuerzas de Seguridad desarticularon la organización juvenil radical abertzale Segi, considerada por el Tribunal Supremo la cantera de los terroristas y sobre la que recae la actividad de la kale borroka. El macrodispositivo se saldó con más de treinta detenciones entre el País Vasco y Navarra y el Ministerio del Interior dio por descabezado este frente de ETA.

La segunda gran operación contra el sector duro se produjo en abril cuando fue desarticulado el frente de abogados de la banda, que según Interior actuaban como "comisarios" de los terroristas. Según explicó el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, su misión era la de prestar información sobre objetivos, facilitar la huida de etarras, captar nuevos militantes, gestionar el cobro de la extorsión o velar por el cumplimiento de la ortodoxia de la banda en las prisiones.

Paralelamente, las Fuerzas de Seguridad también han llevado a cabo operaciones que han contribuido a minar las estructuras militares de ETA: decenas de detenciones, entre ellas el arresto de dos 'números uno' de la banda en tres meses y la desarticulación de la base de Óbidos (Portugal) despejaron cualquier intento de la banda de volver a los atentados.

Así, desactivada la capacidad operativa de los terroristas y sus nexos de control sobre su brazo político, la izquierda abertzale ha continuado en los últimos meses avanzando en su objetivo de mostrar fuerza ante los terroristas por medio de nuevos actos, pronunciamientos o incluso alianzas como la firmada con Eusko Alkartasuna. Ante esto ETA ha emitido hasta cinco comunicados en los que si bien nunca ha rechazado el camino emprendido por su brazo político, tampoco ha aceptado sus peticiones que ya hablan de un alto el fuego irreversible con verificación internacional.

Estas detenciones son las primeras que se realizan después de que ETA anunciara el cese de sus "acciones ofensivas"