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Otra borrasca entra en España: las lluvias descargarán con fuerza en la Península este miércoles... y caerán con barro en el este

Una baja situada al oeste de Galicia provocará que los cielos estén nubosos y con nubes de evolución este miércoles con precipitaciones y tormentas que se extiendan por buena parte de la Península y Baleares, según informa la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET).

En concreto, en la mitad este podrán ser localmente fuertes mientras que en el suroeste y noreste de la Península, así como en Baleares, serán menos probables y más débiles y predominarán los intervalos nubosos. En Canarias los cielos estarán nubosos en el norte de las islas montañosas y poco nuboso o con intervalos nubosos en el resto.

La cota de nieve se situará en unos 1.800 a 2.000 metros en el noroeste de la Península y a partir de 2.000 metros en el resto.

Respecto a las temperaturas, la AEMET señala que bajarán excepto en la mitad oeste de Andalucía, Pirineos, Cataluña, Baleares y Canarias, donde permanecerán sin cambios.

Ese descenso podrá ser localmente notable en zonas de la mitad este peninsular mientras que las nocturnas subirán en la mitad noreste peninsular.

Los vientos soplarán del oeste en el litoral de Andalucía y en el Cantábrico oriental y llegarán desde el norte en Baleares. En el resto de la Península predominarán los vientos flojos variables y no se descartan rachas algo más intensas en zonas de tormenta. En Canarias predominarán los vientos serán alisios del noreste, con algún intervalo fuerte.

Polvo sahariano en el sureste peninsular

Según informó el experto meteorólogo Francisco Martín a 20minutos, una "irrupción de polvo sahariano" se dará en Murcia, Almería y Alicante entre el 26 y el 27 de abril. Se prevén concentraciones superiores a los 200 μg/m³ (microgramos por metro cúbico). Se trata de cantidades muy superiores a las que la OMS considera "favorables" en la calidad del aire.  

La presencia de dichas partículas de polvo, sumada a la alta probabilidad de precipitaciones, dará lugar a lluvias de barro en todo el sureste peninsular. La situación no se acerca en ningún caso a la que tuvo lugar en el mes de marzo, cuando la Península entera se cubrió de polvo a niveles que se podían considerar "adversos".