Economía

España fue en agosto el octavo país de la Unión Europea con la luz más cara en el mercado mayorista

Imagen de archivo de una torre de alta tensión en Bilbao.
LUIS TEJIDO / EFE

La imparable escalada en el precio de la electricidad en España ha convertido la factura de la luz en uno de los temas estrella de la actualidad este verano. El alto coste de la energía preocupa a hogares y negocios, enfrenta a los socios de coalición del Gobierno y ha puesto en el disparadero al mercado de generación español. Sin embargo, este problema está lejos de ser una cuestión exclusivamente doméstica.

Los datos del precio de la electricidad en los distintos mercados mayoristas europeos -a los que acuden las grandes eléctricas a comprar la energía que luego venden a los consumidores y cuyos costes luego repercuten a los usuarios- están disparados en todo el Viejo Continente. 

En España, en el agosto que acaba de concluir, se pagaron de media 105,9 euros el megavatio hora (€/MWh) cada día, una cifra que triplicó la registrada ese mismo mes el año pasado (36,2 €/MWh). Sin embargo, esta cifra –que hasta este año no tenía precedentes–, la han superado otros siete países de la UE. El mes pasado, los países que pagaron la electricidad mayorista más cara de los Veintisiete fueron Irlanda (131,48 €/MWh), Grecia (121,7€/MWh), Rumanía (112,7€/MWh), Italia (112,4 €/MWh), Bulgaria (111,5 €/MWh), Hungría (109 €/MWh) y Portugal (105,98 €/MWh). Además, Croacia (105,5 €/MWh) y Eslovenia (105,5€/MWh) superaron también la barrera de los 100 euros, de acuerdo con los datos analizados por 20Minutos.

Además, no se trata de territorios con una electricidad endémicamente cara. Por ejemplo, Grecia arrancó el año con el mercado a 45,6 €/MWh y el 31 de agosto cerró a 130,64 €/MWh. En el caso de Rumanía los costes se han duplicado, pasando de 52,4 €/MWh a 111,46 entre agosto de 2020 y agosto de 2021. En Italia, la electricidad mayorista se pagó a 40 euros de media el agosto pasado, casi el triple de barata que el pasado mes.

Entre los países con precios más moderados el auge en los costes también ha sido la norma. Francia ha duplicado los precios medios de agosto en términos interanuales (de 36,75 a 77,3 €/MWh), al igual que Alemania (34,86 a 82,7 €/MWh) o Bélgica (35,5 a 79,5 €/MWh). Incluso Finlandia, el país con la energía más barata de la Unión, ha visto crecer encarecerse la energía un 68% (de 40,5 a 68,2 €/MWh) de un año para otro.

El gas y los derechos del CO2, los grandes culpables

Los dos responsables principales del alza de precios en todo el continente son el gas y los derechos de emisión de CO2. En España, el gas ha pasado de costar 11,65 €/MWh el 2 de septiembre del año pasado a 53,2 en la misma fecha de este año, un incremento del 356%. En lo que toca a los derechos de emisión de CO2, el coste se ha duplicado.

El Banco de España ya estimó en un documento publicado el mes pasado que los elevados precios del gas y de los derechos de emisión de CO2 en España eran responsables del 70% del encarecimiento de la electricidad en el mercado mayorista. En concreto, desde el supervisor bancario calculan que la mitad del repunte es culpa del gas, que es la materia prima que se emplea en las centrales de ciclo combinado. 

El sistema de generación español funciona de tal forma que el precio final de la subasta –que es el precio al que se paga toda la energía– lo marca la última fuente que se necesita incluirse en la mezcla para satisfacer la demanda estimada. Cuando la energía nuclear y las renovables no son suficientes para cubrir la demanda hay que recurrir a fuentes más contaminantes, como el carbón y especialmente las centrales de ciclo combinado, que queman gas para generar electricidad. Además, como estas fuentes emiten CO2, deben pagar una tasa a la UE por contaminar.

El estudio del Banco de España también atribuía a los altos precios de la electricidad la responsabilidad de un tercio de la inflación en España, un fenómeno que no se ha replicado igual en otras economías de la UE. Según datos de Eurostat correspondientes al segundo semestre de 2020 -los últimos disponibles- los hogares españoles pagaban la electricidad a 12,6 céntimos por kilovatio hora (kWH) frente a 12,8 de la media comunitaria antes de impuestos y tasas. Sin embargo, cuando se incluyen impuestos y tasas las cosas cambian: los españoles pasan a pagar 23 céntimos el kWH frente a los 21,3 de media comunitaria. 

Precisamente con la intención de aliviar la carga de los hogares españoles, el Gobierno ha bajado el IVA de la luz del 21% al 10% de manera temporal hasta que concluya el año y suspendió el impuesto a la generación eléctrica (del 7%) durante el tercer trimestre.