Cómo hacer un capuchino casero perfecto: con y sin máquina

El capuchino es una de las formas de preparar café más conocidas. Tiene su origen en Italia y consiste en hacer un café expreso con leche montada mediante vapor para darle cremosidad y espumosidad, que suele coronarse con un poco de cacao o canela para decorar y dar sabor. 

Esta forma de preparación es muy sencilla de hacer si se tiene una máquina de café expreso, ya que solamente es necesario seguir las instrucciones de la máquina para conseguir este tipo de café y, después, verter la leche espumosa al final, que también se hace hirviendo la leche con el espumador de la propia cafetera.

Actualmente, existen también numerosas cafeteras que funcionan mediante cápsulas, que preparan los capuchinos por sí solas. Solamente hay que introducir en ellas las cápsulas, que suelen ser dos, primero la del café y después la de la leche. 

Sin embargo, muchos adictos al café no disponen de ninguna de estas máquinas para hacer capuchino, pero no por ello hay que renunciar a hacerlo en casa de forma sencilla y con un muy buen resultado. 

Hacer el capuchino perfecto sin máquina de café 

En primer lugar, para conseguir la leche espumosa, lo mejor es tener un cremador o una batidora de leche. Si no se dispone de ello, se puede hacer de forma manual. Solamente se necesita un tarro o botella en los que verter la leche fría de la nevera. Después, se agita fuertemente durante varios minutos y se introduce sin tapa en el microondas unos segundos para conseguir que la espuma se quede arriba. 

A continuación, se prepara el café solo expreso de la forma habitual. Se vierte sobre la taza y, cuando esté listo, se vierte la leche en la misma taza con mucho cuidado para que no caiga primero la espuma. Lo último que quedara en el bote será la leche espumada que deberá echarse al final de la preparación. 

Por último, para dar un toque al café se puede echar un poco de cacao sobre la espuma, un poquito de café molido o canela, para dar sabor y decorar la preparación.