Marín (PP) urge a "recuperar el ritmo asistencial prepandemia" en infraestructuras, tecnologías y especialidades

Marín ha interpelado a Repollés en la sesión plenaria de las Cortes autonómicas, donde ha reconocido "las severas limitaciones y la fuerte presión de la pandemia sobre el sistema sanitario público", pero también se ha mostrado convencida de que "la maquinaria asistencial ordinaria debe sobreponerse para que los ciudadanos no pierdan calidad en uno de los servicios básicos".

"Tenemos un importante déficit en infraestructuras sanitarias", ha manifestado Marín, quien ha puesto como ejemplo "las demoras continuadas en la construcción de obras emblemáticas con los nuevos centros hospitalarios de Teruel y Alcañiz", aunque se ha centrado en el centro de salud de Barbastro (Huesca), "obsoleto, con muchas carencias y con auténticas necesidades", y el Hospital 'Ernest Lluch' de Calatayud (Zaragoza), donde los populares vienen reclamando mejoras sustanciales para el servicio de Urgencias.

La diputada del PP ha puesto de relieve que la utilización por parte del Gobierno de Aragón de los fondos europeos extraordinarios para pagar determinadas obras que ya debían estar ejecutadas, como la zona de urgencias en el Hospital San Jorge de Huesca o el centro de salud del barrio Jesús en Zaragoza, ha permitido liberar ocho millones del presupuesto ordinario, por lo que ha sugerido a Repollés destinar ese dinero a agilizar la construcción de otras obras pendientes. "Nosotros vemos en esos ocho millones de euros una oportunidad, pero queremos saber qué ve concretamente usted", ha dicho.

Además, Marín ha llamado la atención sobre "el parón tecnológico" tanto en los medios de diagnóstico como de tratamiento que, desde su punto de vista, sufre la sanidad pública aragonesa.

Ha hecho referencia a la conclusión en 2019 del plan de renovación tecnológica, que no ha tenido continuación, "está abandonado, y con él esa renovación que entendemos necesaria", añadiendo que "tan abandonada está esa inversión tecnológica, fundamental para la correcta atención sanitaria, que ni en el presupuesto de 2020 ni en el de 2021 hay un solo euro de inversión, ni uno solo para renovación tecnológica. Nada. Cero. Y eso nos preocupa", trasladó a la responsable de la sanidad autonómica.

Como muestra de la situación de dejadez en la que se encuentra la actualización tecnológica en la sanidad pública aragonesa ha mencionado la adquisición de equipos de detección de cáncer, fundamentalmente mamógrafos y ecógrafos, con cargo a la aportación de la Fundación Amancio Ortega, mientras que el resto de comunidades autónomas han destinado esas partidas a equipos punteros de tratamiento de la enfermedad, "y ¿sabe por qué?, porque nuestra tecnología de detección está obsoleta, nuestro parque tecnológico está obsoleto, y pese a ello, no hay ni un euro de inversión en los últimos presupuestos".

El último aspecto resaltado por Ana Marín en su intervenciónha sido la carencia de personal médico "suficiente" en determinados hospitales y centros de salud. "No son capaces de convencer a esos profesionales para que se queden con nosotros. No lo son. Y se van. ¿Y sabe adónde se van? A otras comunidades autónomas donde les ofrecen mejores condiciones laborales, en distintas cuestiones, pero por ejemplo en algo tan sencillo como la duración de sus contratos".

La diputada del PP ha relatado cómo algunas regiones ofertan contrataciones de hasta tres años de duración y Aragón, "como mucho, en el mejor de los casos, un año", tras lo que ha aseverado: "Contra eso no podemos pelear".

Ha compartido con el Gobierno la dificultad objetiva de ofrecer una respuesta adecuada pero, de la misma manera, ha emplazado a eludir el conformismo y ha apelado a la responsabilidad del Ejecutivo para no dejar desatendidos de determinadas especialidades médicas a miles de usuarios, sobre todo del medio rural que es donde con mayor incidencia se producen estas carencias.

LA CALIDAD, OBJETIVO PRINCIPAL

Sira Repollés ha dejado claro que "la asistencia sanitaria de calidad es uno de los objetivos principales" del Ejecutivo y que el Departamento se dedica a impulsarla, salvo los recursos que se destinan a salud pública.

"Una de las apuestas fundamentales es la puesta en valor de la capacidad de los profesionales y el apoyo a las iniciativas de mejora", ha continuado Repollés, recordando que cada año se celebran unas jornadas de calidad asistencial para conocer los proyectos e identificar buenas prácticas.

La consejera ha destacado la "alta valoración" de los servicios de salud por parte de la ciudadanía, apuntando que según el último Barómetro Sanitario, los aragoneses puntuan la atención sanitaria del SALUD con 7,28 puntos, la más alta de todas las comunidades y casi el 80 por ciento considera que el sistema funciona bien.

Repollés ha afirmado que "calidad es desarrollar una estrategia de vacunación equitativa, preocuparse de los problemas cronificados, del envejecimiento, la Ley de Eutanasia, dar calidad de vida a los pacientes mayores, evitar ingresos innecesarios y potenciar la asistencia a domicilio".

También, "abordar las consecuencias de la pandemia con una estrategia definida, preparar la adaptación a las nuevas necesidades sanitarias que vayan surgiendo, el refuerzo de la atención a la salud mental, abordar patologías emergentes, como la COVID-19 persistente y la creación de la Dirección General de Calidad". Otras actuaciones son la consolidación de la consulta intervirtual, el impulso del anillo radiológico y el fomento del teletrabajo.

Además, el Departamento quiere cubrir 248 plazas de médicos de familia en un solo proceso selectivo y se ha realizado la convocatoria de plazas y traslados "mayor de la historia de Aragón".