Han construido una nueva torre de telecomunicaciones con señal de radio y TV en Estambul (Turquía) que alcanza los 369 metros de altura y se sitúa encima de una colina del barrio de Üsküdar. La estructura, diseñada por el estudio Melike Altinisik Architects, se ha convertido en la torre más alta de Estambul y llega a los 589 metros sobre el nivel del mar.
Este edificio está construido en acero y hormigón y espera abrir sus puertas a mitad de año. Tras su apertura, la torre no solo servirá para dar señal, sino que se convertirá en un nuevo punto turístico de la ciudad turca. Se ha calculado que la estructura recibirá a 4 millones y medio de turistas al año.
La torre será la encargada de transmitir la señal de 125 antenas de radio y televisión, pero también cuenta con un mirador desde el cual se podrá ver a la perfección todo el skyline de Estambul. Desde arriba, existen vistas en 360 grados del Cuerno de Oro, el sector asiático de la ciudad, y de las costas del Mar Negro, situado en la parte europea.
Su cúpula está diseñada con bloques que giran simétricamente y, en ella, han colocado un restaurante de dos pisos (además del mirador), donde los visitantes podrán comer mientras disfrutan de unas vistas asombrosas.
La estructura también contará con un foyer de acceso público. En él, exhibirán exposiciones culturales y tendrán un área multimedia, para que la experiencia de los futuros turistas sea todavía más enriquecedora.
A ambos lados de la columna que sostienen la cúpula, han instalado dos ascensores panorámicos. Estos son capaces de ascender de manera rápida los 180 metros que separan la parte superior visitable del suelo de la colina de Küçük Çamlıca Korusu.
Para su construcción, se realizaron pruebas de viento para confirmar la estabilidad de su estructura. Estas pruebas también permitieron el diseño de la fachada y comprobaron como actuaría la carga envolvente del edificio sobre el núcleo de hormigón.
Estéticamente, los constructores afirman que la torre “combina la elegancia y la belleza con la matemática y la geometría”. Asimismo, dependiendo del lugar en el que el visitante se encuentre, la silueta del edificio varía. El reflejo del Sol también cambia la forma en la que se ve la torre.
El interior de la cúpula sigue los mismos patrones dinámicos de la fachada. De esta manera, unas capas onduladas dotan de movimiento y ritmo a la estructura, ofreciendo una arquitectura orgánica muy atípica en el resto de edificios de Estambul.
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