Amebiasis o amebas intestinales, qué es y cómo se trata y previene

  • La amebiasis es la cuarta infección parasitaria más frecuente del mundo con 50 millones de casos al año.
  • Asintomática en la mayoría de los casos, suele provocar síntomas leves como diarrea o cólicos. 
La Enfermedad por Reflujo Gatroesofágico (ERGE) provoca síntomas como pirosis, dolor de estómago o dificultad para tragar.
Uno de los síntomas de la amebiasis intestinal son los cólicos abdominales ya la diarrea
Darko Djurin / Pixabay
La Enfermedad por Reflujo Gatroesofágico (ERGE) provoca síntomas como pirosis, dolor de estómago o dificultad para tragar.

La amebiasis es una de las infecciones parasitarias más frecuentes del mundo con 50 millones de casos al año. Según datos de la OMS, es la cuarta después del paludismo, la enfermedad de Chagas y la leishmaniosis. Aunque en la mayoría de los casos no provoca síntomas, en otros puede llegar a provocar infecciones graves e incluso la muerte. De hecho, provoca unos 70 mil fallecimientos al año, especialmente en países tropicales o climas cálidos y con escasa higiene o acceso a agua potable.

¿Qué es y cómo se produce?

La amebiasis intestinal es una infección producida generalmente por el parásito microscópico ‘Entamoeba histolytica’. Este parásito está presente en forma de quistes en aguas o alimentos que, cuando ingerimos, pasan a nuestro sistema digestivo. Los quistes eclosionan, generalmente en el intestino grueso, donde pasan de fase latente a activa y se introducen en las glándulas intestinales. Allí se nutren y se reproducen dando lugar a nuevos quistes que salen al exterior a través de las heces para poder volver a contaminar aguas, alimentos… y empezar el ciclo de nuevo. Estos quistes son muy resistentes, pues son capaces de sobrevivir hasta ocho días en las heces a temperaturas de entre 20 y 40ºC, y más de un mes de entre 2 a 6ºC.

Durante la infección, la Entamoeba histolytica puede producir daños en el intestino que pueden dar lugar a los síntomas característicos de la amebiasis.

¿Qué síntomas provoca la amebiasis intestinal?

En hasta el 90% de los casos, la infección no produce síntomas. El 10% restante pueden ser leves, agudos, crónicos o causar incluso la muerte.

Los síntomas más comunes de las infecciones agudas, que suelen aparecer entre 7 y 28 días después de contraer el parásito, son cólicos abdominales, flatulencia, diarrea abundante y con contenido mucoso, pérdida de peso, fatiga o dolor rectal durante la evacuación. Si la infección se agrava, pueden aparecer otros, como sangre en las heces, sensibilidad abdominal, vómitos o fiebre.

Si la infección se cronifica se pueden producir síntomas también crónicos como alternar periodos de diarrea con estreñimiento, cólicos, tenesmo (ganas de defecar, aunque los intestinos ya estén vacíos), sensación de plenitud, náuseas, distensión abdominal, meteorismo y borborigmos (ruidos intestinales).

La enfermedad, por lo general, es leve, pero en ocasiones, sobre todo en personas que tienen debilitado el sistema inmune, con cáncer, desnutrición, embarazadas, en bebés y ancianos y en personas alcohólicas, se puede complicar y producir síntomas o daños más graves. Estos daños suelen ser perforaciones en el intestino, amenomas (inflamación localizada en el intestino), úlceras perianales o abscesos en otros órganos, generalmente en el hígado, pero también pueden verse en pulmones, corazón o cerebro.

¿Cómo se diagnostica y se trata la amebiasis?

Además de por las manifestaciones clínicas, la amebiasis se diagnostica a través de análisis de sangre en busca de anticuerpos, análisis de heces para localizar los quistes y pruebas de imagen, que buscarán abscesos, úlceras o amenomas.

Una vez confirmada la infección, el tratamiento más común es a través de antibióticos, concretamente el metronidazol, además de la ingesta de líquidos para evitar la deshidratación. El tratamiento suele durar unas dos semanas y, en general, los pacientes se recuperan sin problemas. Para confirmar que se ha eliminado el parásito, se deben examinar de nuevo las heces. De no ser así, la enfermedad podría reaparecer. Si hay complicaciones como abscesos o amebomas, puede ser necesario intervenir quirúrgicamente.

Claves para prevenir las amebas intestinales

Para evitar las infecciones por Entamoeba histolytica y la enfermedad que provocan, debemos tomar algunas medidas higiénicas, como:

•Lavarnos las manos siempre antes de comer y después de ir al baño.

•Evitar tomar alimentos crudos, especialmente si viajamos o vivimos en zonas de riesgos. Ni siquiera ensaladas, frutas o verduras, pues el parásito también se puede transmitir a través del fertilizado hecho con desechos humanos. En caso de las frutas, por ejemplo, siempre peladas o desinfectadas previamente.

•No beber agua del grifo o hielo de zonas de riesgo. También se puede hervir el agua, utilizar un filtro de una micra o menos o usar una disolución de yodo o cloro.

•Como puede trasmitirse de persona a persona, evitar particularmente el contacto con la boca o la zona rectal de una persona infectada.

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