Trucos básicos para que la bechamel de las croquetas quede perfecta

Sin una buena bechamel no hay unas buenas croquetas. Así que saca papel y boli para tomar nota de estos consejos y trucos para conseguir una bechamel suave, sin grumos y con la densidad perfecta para conseguir unas croquetas de nota.
Sin una buena bechamel, no hay unas buenas croquetas.
EMMA GARCÍA
Sin una buena bechamel no hay unas buenas croquetas. Así que saca papel y boli para tomar nota de estos consejos y trucos para conseguir una bechamel suave, sin grumos y con la densidad perfecta para conseguir unas croquetas de nota.

Este sábado 16 de enero es el Día Internacional de la Croqueta, uno de los platos más reconocidos en nuestro país. Desde las más tradicionales a las nuevas creaciones, la variedad de ingredientes que se pueden añadir a las croquetas hacen de este un plato que gusta a la mayoría de la gente.

Sin embargo, el ingrediente principal que deben llevar todas ellas y el más importante a la hora de conseguir un buen resultado es, sin duda, la bechamel. Sin una buena bechamel no es posible conseguir un buen resultado final, por lo que es necesario apuntar una serie de consejos para que queden perfectas. 

Trucos para conseguir una bechamel perfecta

Una textura sedosa, sin grumos, ni muy pastosa ni muy líquida, cremosa y con un sabor suave son algunas de las características que debe tener una buena bechamel. Conseguirlo es sencillo si se tienen en cuenta una serie de consejos y trucos. 

Lo primero que hay que hacer es calcular bien las cantidades de harina, mantequilla y leche, los ingredientes básicos de la bechamel. Para ello, hay que tener claro que no es lo mismo una bechamel para pasta, más líquida, que una más espesa para las croquetas. Así habrá que usar más harina y menos leche.

El paso más importante tiene que ver con la integración de todos los ingredientes, ya que de hacerlo bien va a depender que la bechamel quede cremosa y sin grumos. Así, hay que derretir la mantequilla a fuego bajo e ir añadiendo la harina lentamente y removiendo, para que no queden grumos. Tamizar la harina es otra de las recomendaciones para que quede suave y cremosa.

Uno de los trucos en cuanto a la leche es echarla cuando esté fría e ir añadiéndola poco a poco, removiendo para comprobar la textura de la masa, en lugar de echar toda la cantidad de golpe.

Además, remover suavemente y de forma continuada es muy importante, no solo para integrar bien todos los ingredientes, sino también para que no se pegue la mezcla en el cazo o sartén.

Por otro lado, será necesario contar con una varillas. Aunque puede removerse con una cuchara de palo u otros utensilios, las varillas harán que se integren mucho mejor los ingredientes y quede una masa más uniforme. 

Uno de los trucos en cuento a los ingredientes que da un buen toque final a la bechamel es añadir un poco de sal y de nuez moscada. Su sabor quedará sabroso y suave, perfecto para añadir los ingredientes principales de la croqueta.

Una vez hecha la bechamel es recomendable dejarla reposar durante una noche en la nevera. Para ello, será fundamental taparla bien con papel film, sin que quede ningún hueco por donde se cuele el aire con el objetivo de que la capa superior no se ponga dura.

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