Receta de croquetas 4 quesos para celebrar el 'Día de la Croqueta'

Hoy celebramos el 'Día Internacional de la Croqueta' y hemos pensado que la mejor manera de hacerlo es juntando dos de las cosas que más nos gustan, las croquetas y el queso. 

Trucos para rebozar bien las croquetas y que no se rompan nunca

Si existe la pizza 4 quesos, ¿por qué no preparar unas deliciosas croquetas con el mismo nombre? El resultado nos ha gustado tanto que hemos guardado un par de tuppers en el congelador para tenerlas siempre a mano.

Como ya hemos visto otras veces, hay un par de secretos para hacer unas croquetas de escándalo. El primero, seguir todos los pasos para conseguir una bechamel perfecta, y el segundo, saber cómo freír las croquetas para que no se rompan ni queden fritas por partes. Teniendo en cuenta estas dos cosas, el resto del proceso no tiene ningún misterio.

Podemos usar los quesos que más nos gusten mientras sumen unos 200 gramos en total. Recomendamos que al menos uno de ellos sea suave para que las croquetas no tengan un sabor demasiado potente, pero eso ya va a gustos. Unas croquetas riquísimas para celebrar su día por todo lo alto.

Ingredientes

Preparación

EMMA GARCÍA

Empezamos preparando la bechamel. Derretimos la mantequilla en una sartén honda a fuego lento y removemos hasta deshacerla.

Echamos la harina en un tamizador o colador y la vamos añadiendo muy poco a poco a la mantequilla derretida sin dejar de remover en ningún momento.

EMMA GARCÍA

Cuando la harina esté bien integrada, seguimos removiendo 2-3 minutos para que no tenga sabor a crudo. Será más fácil si removemos con una varilla manual.

Poco a poco vamos añadiendo la leche tibia. Echamos un poco, removemos y cuando la harina la absorba añadimos un poco más. Repetimos este proceso hasta acabar la leche.

Añadimos la sal, la pimienta y la nuez moscada rallada.

EMMA GARCÍA

Agregamos los queso y removemos hasta que queden prácticamente fundidos en la masa, pero no importa si algún trozo no se deshace del todo. Corregimos de sal.

EMMA GARCÍA

Apagamos el fuego y pasamos la bechamel a una fuente donde podamos extenderla. Dejamos templar y la tapamos con papel film hundiéndolo con los dedos de forma que toque directamente la bechamel para evitar que salga costra. Cuando esté templada la pasamos al frigorífico. Lo ideal es dejarla reposar de un día a otro, pero si tenemos mucha prisa bastará con unas horas.

EMMA GARCÍA

Vamos sacando porciones de masa de la bechamel fría. Damos forma de croqueta con las manos o con la ayuda de dos cucharas. Podemos hacerlas redondas o alargadas.

Rebozamos cada porción de masa con la harina sin pasarnos con la cantidad y las sacudimos un poco para que suelten la harina que sobra. Después las pasamos por el huevo y finalmente por el pan rallado. Dejamos reposar las croquetas 30 minutos. Si queremos congelar algunas, este es el momento de pasarlas a un tupper hermético.

EMMA GARCÍA

Echamos el aceite en un cazo en el que las croquetas puedan sumergirse. Cuando esté caliente pero sin humear, añadimos algunas croquetas. Freímos unos minutos y damos la vuelta cuando estén doradas. Las dejamos sobre papel absorbente y servimos templadas.