Vivienda

Cómo limpiar el microondas grasiento por dentro

Los electrodomésticos del hogar tienen una vida útil cada vez más limitada pero, con un buen mantenimiento, se puede alargar su buen funcionamiento en el tiempo. Para ello, una limpieza eficaz es fundamental. 

Uno de los electrodomésticos que se usa de forma habitual y que se ha convertido en un imprescindible dentro del hogar es, sin duda, el microondas. En este aparato se introduce constantemente comida y bebida de todo tipo, por lo que está muy expuesto a las manchas y a la acumulación de grasa. 

Limpiarlo frecuentemente y de forma eficaz es una de las recomendaciones para que su uso sea higiénico y no se acumulen malos olores o proliferen en él los microorganismos que, luego, podrían contaminar la comida. 

¿Cómo limpiar el microondas?

Lo mejor en cuanto a  la limpieza del microondas es ir limpiándolo diariamente y no esperar a que esté tan sucio que sea ya una tarea árdua eliminar toda la suciedad acumulada. 

Para realizar este mantenimiento diario es recomendable utilizar una bayeta o un paño de microfibra mojado con agua y vinagre, uno de los productos caseros más eficaces contra la suciedad y la grasa. El paño debe estar bien limpio y, una vez se haya retirado la suciedad, debe enjuagarse bien con jabón para que no se queden los restos de comida en él. 

Otro de los trucos más conocidos para limpiar el microondas es llenar un tupper grande con agua y vinagre. El tupper se introduce en el plato del microondas y se pone en funcionamiento durante dos minutos a máxima temperatura. El calor hará que la mezcla se evapore y humedezca las paredes interiores del microondas. Después, se seca con un paño limpio para retirar los restos de grasa y suciedad. 

Además de vinagre, se puede emplear el mismo truco usando un limón. Si las paredes del microondas están muy sucias, una vez que acabe el tiempo, se puede dejar la mezcla reposar en el interior con la puerta del microondas cerrada para que se evapore más tiempo. 

En caso de que el microondas esté muy sucio, se puede emplear, según la Organización de Consumidores y Usuarios, el detergente que se emplea para lavar los platos. Basta con frotar las paredes y, posteriormente, retirar los restos de jabón con un paño limpio.