Las faltas y las malas actitudes al volante también pueden convertirse en delitos y, como tales, estar sancionados con penas de prisión. A día de hoy hay un total de 952 personas en la cárcel por haber cometido delitos contra la seguridad vial.
Y es que un tercio de las infracciones tipificadas en el Código Penal que se cometen en España están relacionadas con la seguridad vial y el tráfico. En el año 2018, el 63% de las personas condenadas a prisión por este tipo de infracciones lo fue por conducir bajo los efectos del alcohol o las drogas, una de las actitudes más peligrosas al volante.
Según el último informe publicado por la Fundación Línea Directa, a lo largo de la última década han sido sancionados 570.000 conductores por ser, además, reincidentes en este tipo de conductas. Según Fesvial, este es uno de los verdaderos problemas: la falta de conciencia y la reincidencia.
Las razones de sanciones estaban relacionadas con infracciones graves o muy graves o con delitos como conducir con exceso de velocidad, de forma temeraria, usando el móvil o bajo los efectos del alcohol y las drogas. Se dice que este medio millón de conductores son reincidentes porque en tan solo un año les han dado el alto, al menos dos veces, por una de estas actitudes.
También existe un perfil concreto de este tipo de conductores reincidente: es hombre, de mediana edad, con más de 10 años de carnet y mayoritariamente sancionado por exceso de velocidad.
La mitad de los conductores reincide
Según este informe, la mitad de los conductores españoles (concretamente el 55%) ha reconocido ser reincidente y cometer de manera habitual comportamientos de alto riesgo al volante. Pero de esta cantidad, que son unos 15 millones, la DGT detecta 45.000 al año, que es una mínima fracción de ese porcentaje total.
Una de las consecuencias de este reincidencia es la pérdida del carnet de conducir. Desde que se implementó en 2006 el permiso por puntos, un total de 18.400 conductores han perdido su licencia en hasta dos y tres ocasiones. Por otro lado, a lo largo de esta última década han sido casi 273.000 personas las que han agotado los puntos de su permiso y, por tanto, les ha sido retirado.
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