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Maquillarse en tiempos de mascarillas es posible si sabes cómo

Lo mejor ahora es centrarse en los ojos.
kevin laminto/Unsplash

Actualmente, estamos viviendo una situación que nos ha llevado a usar mascarillas para mantenernos seguros y a salvo. Llevarlas es necesario para preservar nuestra salud y la de las personas que están a nuestro alrededor.

Después de meses encerrados y con la llegada del calor, estamos saliendo a las terrazas a tomar algo con nuestros amigos, aunque también está llegando la temporada de eventos y las vacaciones. Por lo que al final nos salta una duda, ¿cómo me maquillo?

Aunque sabemos que maquillarnos no es necesario, hay veces que nos gusta hacerlo, ya sea por el acabado o por la relajación muchas sienten mientras lo hacen. Pero con las mascarillas, ya no podemos hacerlo como antes.

El verano siempre ha traído problemas a la hora del maquillaje, pero actualmente tenemos el problema añadido de tener algo en constante contacto con nuestra piel, dejando a la vista nada más que nuestros ojos.

Si nos apetece maquillarnos, tenemos dos opciones: o resaltar al máximo los ojos y las cejas dejando la piel desnuda o, como sabemos que también nos vamos a quitar la mascarilla, maquillar también la piel.

Esta última opción es más complicada, pero no imposible. Hay que tener en cuenta que la mascarilla va a estar rozando nuestra piel y, aunque usemos los productos adecuados, puede que al final acabe transfiriendo y que algunas zonas queden a parches.

Por desgracia, si eres las que adoran el maquillaje full glam de Instagram, estos consejos no son para conseguirlo, sino más bien para conseguir un acabado ligero no makeup-makeup.

Con esto en mente, lo primero es preparar la piel a conciencia. Una vez terminada nuestra rutina de cuidado facial con una crema hidratante y protector solar, esperamos a que se absorban bien y, una vez tengamos la piel lista, vamos con un primer adherente. 

Como vamos a llevar mascarilla, lo mejor es usar lo menos producto posible, y vamos a focalizar la aplicación del primer sobre todo en la nariz y mejillas, que es donde más contacto va a haber. 

Si queremos usar base de maquillaje -aunque no es recomendable- lo ideal es usar la mínima cantidad de producto para que unifique el tono y no transfiera mucho. Lo mejor es que sea de acabado mate y nunca jugosa, ya que estas últimas no acaban de asentarse del todo. 

Igual pasa con el corrector. Usando muy poca cantidad, habría que optar por uno de larga duración que se fije en la ojera y no se mueva. En el caso de tener las ojeras muy marcadas, poner la misma cantidad que se usa siempre va a hacer que se traspase a la mascarilla, por lo que sería recomendable tratar antes la zona con un contorno de ojos que lleve cafeína que descongestione la zona y ayude a eliminar las ojeras.

En la aplicación, es importante focalizar el producto en la zona del lagrimal -donde la piel suele ser más oscura- y no extenderlo hacia abajo, ya que buscamos corregir la zona, no iluminarla. Así no cargaremos de producto nuestros pómulos y no habrá tanta transferencia a la mascarilla.

Una vez puesto estos productos, lo recomendable es sellarlos con polvos sueltos translucidos, ya que ayudan "secar" la zona, y evitar más la transferencia. 

Para las mejillas, como ya hemos puesto base de maquillaje y polvos, hay que utilizar productos que no "carguen" la piel, como coloretes en crema o en polvo. Por lo que para el bronceador o el colorete, lo mejor es usar tintes.

En cuanto a los labios, habría que optar por tintes, como los que hemos usado en las mejillas, o bien por labiales mate fijos de larga duración. Estos lo que van a conseguir es que no transfieran pero, si sufrimos un poco de labios secos y a eso le sumamos el estar respirando con una mascarilla, es probable que los labios vayan a quedarse cortados.

Para finalizar el maquillaje, utilizaremos un spray fijador de larga duración para que intente que todo el maquillaje que hemos puesto no pase a quedarse en la mascarilla y, una vez terminado este paso, esperamos un cuarto de hora para que se asiente y se seque todo correctamente antes de ponernos la mascarilla.

Estos trucos servirán para que el maquillaje aguante en nuestro rostro lo máximo posible, pero teniendo en cuenta que estamos en verano y hace calor, nuestra piel va a sudar y eso va a provocar que pueda moverse. Sin embargo, no quedará tan a parches ni habrá tanta transferencia que si no los hubieramos seguido.