Destripamos un coche eléctrico: ¿qué hay debajo de su carrocería?

Lo que podía parecer un cuento de ciencia ficción no puede ser ya más real. Los motores eléctricos de cero emisiones ya sean han convertido en algo cotidiano que se ve todos los días por las carreteras españolas (e internacionales). 

Se sabe que no funcionan con combustible, si no con baterías, y que requieren menos mantenimiento que un coche convencional pero… ¿qué hay realmente debajo de la carrocería de un coche eléctrico?

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Son varios los elementos que forman la mecánica de un vehículo eléctrico y entre ellos se encuentran, obviamente, la batería, el motor y el enchufe para poder recargarlos, pero también hay transformadores y controladores, entre otras piezas.

Empezamos por el enchufe y el cargador, una parte imprescindible del coche para que la batería esté siempre cargada cuando se necesite utilizar el coche. Hay que atender a las especificaciones de carga de cada modelo y las necesidades que tenga cada conector.

Obviamente, toda esta carga tendrá que ser posteriormente transformada por un inversor, que convertirá la corriente eléctrica continua en alterna trifásica para que la pueda utilizar el motor y otros elementos del coche, como el sistema de sonido o la conexión de 12 voltios que va incorporada en el salpicadero.

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Alto voltaje y frenada regenerativa

Esta corriente que pasa por debajo del motor es de alto voltaje, así que los vehículos de este tipo tienen grandes medidas de seguridad que, entre otras cosas, provoca la desconexión del sistema si la batería detecta una medición que no cumple los niveles o los parámetros con los que está configurada.

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De las baterías poco hay que explicar, aparte de que almacenan esta corriente eléctrica y la liberan poco a poco para que la utilice el motor. Gracias a la conversión señalada anteriormente, la tensión trifásica puede convertirse en fuerza motriz, que será la encargada de mover el coche.

Al contrario que en los motores de combustión, los motores eléctricos utilizan toda la potencia cuando arrancan y la mantienen estable durante todo el rango del nivel de carga. Además, los coches eléctricos suelen tener sistemas de frenada que ayudan a ir recargando la batería.