¿Llegará a España la "vergüenza de volar"? Tiempo al tiempo, pero sí parece claro que la conciencia medio ambiental crece y cada vez más españoles comprenden que cualquier gesto diario tiene consecuencias sobre el planeta. Tal vez por ello dos de cada diez españoles dicen que volarán menos en 2020 para frenar el cambio climático.
Menos plásticos, reducir los viajes en avión, consumir productos locales y utilizar menos el aire acondicionado son algunos de los propósitos de año nuevo manifestados por los españoles. Eso es al menos lo que dice la segunda encuesta sobre el clima realizada por el Banco Europeo de Inversiones.
El 71% dice que prefiere usar el transporte público en vez del coche por motivos medioambientales
El órgano financiero de la UE destaca el "nivel de compromiso de los ciudadanos europeos en la lucha contra el cambio climático". La encuesta ha analizado en este caso cuatro ámbitos: vivienda, alimentación, residuos y transporte.
En este último aspecto, casi el 80% de los españoles se ha propuesto modificar sus hábitos vacacionales por motivos ambientales durante 2020. En concreto, el 78% prevé viajar menos en avión, tres puntos porcentuales más que la media europea. Asimismo, el 87% considera elegir el tren en vez del avión para viajes de hasta cinco horas.
Además, el sondeo del Banco Europeo de Inversiones muestra que el 75% de los españoles asegura que camina o usa la bicicleta en sus desplazamientos diarios para luchar contra el cambio climático. El 71% declara que prefiere usar el transporte público en vez del coche particular por motivos medioambientales. En este caso, el porcentaje de españoles esta también mayor que el de la media europea, que se sitúa en el 55%.
La encuesta, realizada por la empresa de estudios de mercado BVA, se realizó entre el 27 de septiembre al 21 de octubre de 2019 a 30.000 personas de los 28 países de la Unión Europea, además de en Estados Unidos y China.
La vergüenza de volar
En Suecia es tanta la conciencia medioambiental que han inventado una palabra para designar a la vergüenza por volar, por coger un avión: flygskam. Al tiempo hay otra para alardear de ir en tren: tagskryt. Y una tercera, para volar en secreto: smygflyga.
Hablamos del país de Greta Thunberg. Allí, un 23% de los ciudadanos han dejado de usar el avión para reducir el impacto ambiental de sus viajes, según un estudio de World Wildlife Fund (WWF).
Según Swedavia AB, el operador de los principales aeropuertos suecos, en 2018 se dio el menor crecimiento en número de pasajeros en una década. Al tiempo, 32 millones de suecos usaron el tren ese mismo año, un récord de pasajeros, según el operador de los ferrocarriles de Suecia.
La industria de la aviación causa entre el 3% y 8% de la contaminación mundial. Un avión de línea aérea no sólo emite dióxido de carbono (CO2), sino también vapor de agua y óxido nitroso, otros gases de invernadero. Al hacerlo a gran altura, el perjuicio es aún mayor.
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