'Wearables' y 'apps' sobre salud acumulan miles de datos golosos para los ciberdelincuentes

  • Antes de usarlos conviene comprobar qué uso hacen de la información, cómo se almacena y dónde.
  • Es recomendable no dar nuestro nombre completo y usar una cuenta de correo electrónico alternativa.
Para garantizar y mejorar las condiciones laborales de los trabajadores en España, UGT considera que es imprescindible anticiparse a los nuevos modelos productivos y a la digitalización del trabajo.
Los llamados 'wearables' son objetos y prendas "inteligentes", que también se conectan.
EUROPA PRESS
Para garantizar y mejorar las condiciones laborales de los trabajadores en España, UGT considera que es imprescindible anticiparse a los nuevos modelos productivos y a la digitalización del trabajo.

No hacemos más que subir datos. Los regalamos. Ese es el negocio. Lo hacemos en las redes sociales; con las aplicaciones del teléfono móvil; y lo vamos a empezar a hacer con los llamados wearables, objetos y prendas "inteligentes", que también están conectados.

Estos wearables y las apps sobre salud están haciendo que cada día subamos miles de datos. Y tal vez la información relacionada con nuestra salud es la más sensible de todas. Asegura la Panda Security que todos esos datos que subimos cuando nos estamos "cuidando" son datos críticos en lo que respecta a la ciberseguridad.

Ocurre con los datos médicos. “El principal problema es que los ciudadanos de a pie, tendemos a pensar que a nadie le puede interesar tener esa información nuestra, porque ‘no somos nadie’. Pero, pensar así es un grave error”, afirma Hervé Lamber, Global Consumer Operations Manager de Panda Security.

Sin ir más lejos, este mismo año se filtraron los datos personales del primer ministro de Singapur en Internet, causando una crisis que no fue resuelta hasta que el gobierno recuperó el control de la información. Otro ejemplo, el ataque que recibió en 2015 la compañía estadounidense UCLA Health, en el que un grupo de ciberdelincuentes accedió a los datos personales y médicos de 4,5 millones de pacientes.

"Tendemos a pensar que a nadie le puede interesar nuestra información porque no somos nadie"

El riesgo es real y eso nos debe hacer precavidos... aún más. Así, recomienda esta compañía de ciberseguridad, antes de descargar una de estas aplicaciones o de comprar uno de estos dispositivos, es importante comprobar qué uso hacen de nuestra información, cómo se almacena y dónde están sus servidores físicamente.

Lo ideal sería que aunque alguien accediese a esa información, no pueda relacionarla con nosotros. Para eso, es recomendable no dar nuestro nombre completo y usar una cuenta de correo electrónico alternativa. Asimismo, hay que contar con medidas de seguridad en el móvil para que nuestros datos no puedan ser interceptados cuando viajan hasta el servidor en el que se aloja la aplicación. En este sentido, es recomendable usar VPNS y apps de seguridad que auditen nuestra navegación.

“Pero sobre todo, hay que tener sentido común. Al igual que no ponemos en la vida offline nuestros datos personales al alcance de cualquiera, tampoco debemos descuidarlos en el mundo digital”, advierte Lambert. Por eso, no debemos conectarnos nunca a una wifi pública cuando se usen apps de salud. Con lo que habría que decirle al móvil que estas aplicaciones nunca estén activas si no las estamos usando.

Se trata de evitar que esos datos tan sensibles caigan en manos de ciberdelincuentes. Porque accediendo a nuestros wearables y nuestras apps de salud y ejercicio podrían saber cuál es nuestro índice de colesterol, cuántas horas dormimos, por dónde vamos a correr, pero también podrían saber de nuestras alergias e intolerancias, problemas cardíacos o si nuestros órganos son compatibles con las de alguien que los requiera.

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