El 25 de octubre es el día internacional de la pasta, y para celebrarlo como se merece hemos decidido improvisar una receta de lo más original y demostrar con ella que podemos preparar infinidad de platos con pasta y no llegar a cansarnos nunca de este legado italiano que tanto nos gusta.
Aunque somos amantes de un buen plato de macarrones a la boloñesa o unos espagueti carbonara, hay tantos tipos de pasta y combina tan bien con casi todo, que podemos prepararla con cualquier cosa que tengamos en casa o ir probando mezclas de ingredientes para elaborar platos tan ricos como este.
Hemos usado las placas de pasta que tradicionalmente se usan para preparar lasañas de todo tipo y, por cambiar un poco, las hemos enrollado sobre sí mismas dándoles forma de rollitos. Aprovechando ingredientes otoñales, las hemos rellenado con cebolla, champiñones y boniato asado, que combinado con queso azul queda espectacular. Tomad nota de la receta.
Ingredientes
- 10 placas de lasaña
- 1 boniato grande o dos pequeños
- 150 gr. de queso azul (hemos usado gorgonzola)
- 100 gr. de queso manchego curado o parmesano
- 150 gr. de champiñones o setas
- 1 cebolla
- 2 dientes de ajo
- 5 gr. de comino (una cucharadita)
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal
- Pimienta
Preparación
Lavamos bien la piel de los boniatos, los envolvemos en papel de aluminio y los metemos en el horno unos 30-40 minutos a 200º dependiendo del tamaño. Queremos que queden bien blanditos para hacer un puré con ellos después. Pinchando con un cuchillo comprobaremos si ya están hechos por dentro.
Mientras se hacen los boniatos, picamos una cebolla y la sofreímos en una sartén con AOVE (aceite de oliva virgen extra) hasta que esté transparente.
Lavamos y cortamos en trozos pequeñitos los champiñones y los añadimos al sofrito con el ajo bien picado. Rehogamos unos 5 minutos, removiendo de vez en cuando.
Sacamos los boniatos del horno, los partimos por la mitad y les quitamos la piel, que saldrá sin ninguna dificultad. Aplastamos para hacer una pasta y la añadimos al sofrito.
Añadimos sal, pimienta al gusto, el comino y más aceite si es necesario. Sofreímos otros 5 minutos para que se mezclen bien todos los sabores. Apagamos el fuego y dejamos templar.
Sumergimos las placas de lasaña en agua caliente durante 10 minutos o seguimos las instrucciones del fabricante para cocinarlas.
Extendemos dos cucharadas de la mezcla de boniato y champiñones sobre cada placa de lasaña, añadimos trocitos de queso azul desmenuzado por encima y enrollamos con cuidado. Con un cuchillo afilado cortamos el rollo en dos y cerramos cada mitad con un palillo.
Ponemos los rollitos en una fuerte de horno de manera que queden en vertical. Rallamos por encima el queso manchego o parmesano y horneamos 8-10 minutos con función grill. Listos para servir.
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