Las partes de tu coche que no imaginabas que puedes reciclar

Todos los coches tienen una vida útil limitada. Cuando el vehículo deja de funcionar el conductor tiene que dar de baja el coche y todos los impuestos asociados a él.

Existen diferentes tipos de bajas: temporales (por sustracción, compraventa, motivos personales...) o definitivas (cuando el coche se retira definitivamente de la circulación). En este último caso, las bajas se tramitan en el Centro Autorizado de Tratamiento de Vehículos o desguace (CAT).

Una vez que el coche llega al CAT, comienza el proceso de reciclaje. Casi el 90% de un vehículo se recicla o se recupera para darle otro uso. El asfalto de la autopista, las suelas de unas zapatillas o incluso un mueble pueden estar fabricados a partir de coches viejos.

Una vez que el vehículo llega al CAT se seleccionan los elementos que pueden ser reutilizados (retrovisores, motores...) y los que pueden ser reciclados (vidrios, neumáticos...). Los restos que quedan se compactan, se trituran y un ventilador separa los distintos materiales (plástico, cobre, aluminio...).

Según datos de Sigrauto, alrededor de un 12% de los materiales que componen un vehículo no tiene ningún tipo de valor y acaban en el vertedero, en cambio, el 88% restante es reutilizado o reciclado.

Los coches tienen una segunda vida. Desde la revista 'Tráfico y seguridad vial' de la DGT explican cuáles son algunos de sus principales usos.