Los riesgos del efecto submarino: qué es y cómo evitarlo

El cinturón es uno de los elementos de seguridad más importantes del coche. Impide que el conductor o el resto de ocupantes salgan despedidos en caso de impacto y, además, distribuye las fuerzas del coche sobre las partes más fuertes del cuerpo.

Pero no basta con abrochárselo sin más, hay que hacerlo correctamente. La banda diagonal tiene que pasar por el centro de la clavícula y la horizontal por debajo del abdomen. Si el cinturón no está bien colocado y hay un impacto, se puede producir el llamado efecto submarino.

El efecto submarino se produce cuando el ocupante no está bien sujeto por el cinturón (el cinturón está retorcido, mal ajustado o colocado). En estos casos, el cuerpo en caso de impacto tiende a deslizarse por debajo de la banda abdominal y el riesgo de chocar contra el volante o el salpicadero aumenta considerablemente.

Esta acción puede tener consecuencias fatales como lesiones de espalda, rotura del fémur o hemorragias internas graves, afirman desde la DGT.

Por otro lado, otro de los gestos que muchos copilotos realizan es poner los pies en la guantera. En caso de accidente, esta postura puede ser mortal ya que el cuerpo se puede escurrir por debajo del cinturón y salir despedido por la luna delantera.

Para evitarlo solo hay que sentarse correctamente y ajustarse bien el cinturón de seguridad:

Por otro lado, los niños con una estatura inferior a 1,35 metros deben utilizar siempre sistemas de retención infantil que varían en función del peso del menor.