Ya hace tiempo que Mercadona comercializa su guacamole envasado y se ha convertido en uno de los productos estrella de la marca Hacendado. Cuesta entender por qué una receta tan sencilla de preparar en casa y con un resultado un millón de veces mejor puede ser sustituida por un producto industrial, pero a estas alturas no se puede negar que es un gran éxito de ventas e incluso de críticas.
Ahora, como novedad, ha llegado al supermercado el hummus de aguacate, otra receta ridículamente fácil de preparar en casa y que supera por goleada a la versión envasada. Cosa que, en realidad, pasa con todos sus hummus, aunque especialmente con este.
Para comprobar lo que ya sospechábamos, nos hemos hecho con un envase de cada para probarlos y comprobar a qué se debe la buena fama que han alcanzado estos productos gracias al boca a boca. ¿Es para tanto?
Ingredientes
¿Cúal es la diferencia entre estos dos productos? Muy sencillo: lo uno es guacamole y lo otro un hummus tuneado con algo de aguacate. Así de evidente y sencillo.
Pero veamos la lista de ingredientes. El guacamole lleva aguacate (95%), cebolla deshidratada, sal, jalapeño, azúcar (¿azúcar?), ácido cítrico, ácido ascórbico, antioxidantes (E-301 y E-331), conservador (E-202), aroma de ajo y cilantro deshidratado.
Por su lado, el hummus lleva un 42% de garbanzos y pasta de sésamo (los ingredientes básicos de cualquier hummus), un 23% de dados de aguacate (de los cuales un 8,4% es aceite de girasol y agua), zumo de limón (1,6%), aceite de oliva (1,3%), cilantro, ajo molido, sal, acidulantes (E330 y E270), antioxidante (E300), vinagre en polvo, aromas naturales y conservador (E202).
¿Son malos estos ingredientes? ¿Estamos ante ultraprocesados que no deberíamos ni oler? No, ni los ingredientes son malos -no juguemos a la quimiofobia y a decir tonterías de los "E", por favor- ni son productos que debamos demonizar. Aunque, lógicamente, se trata de comida preparada, con todo lo que ello supone.
¿Están buenos y valen la pena? Pues la verdad es que tampoco. Que sí, que todos tenemos muy poco tiempo, pero es que estamos ante dos recetas sin ningún misterio, que se preparan en minutos y que, además, podemos hacer en cantidad para guardar unos días. Sobre todo en el caso del hummus.
Sabor y textura
En el caso del hummus, si no hubiéramos leído el envase no hubiéramos sido capaces de descifrar a base de qué estaba hecha esa crema un tanto insípida, la verdad. Vaya, que no se reconoce el sabor a aguacate en ningún momento. Ni a ninguna otra cosa. Así como el hummus clásico de la marca puede considerarse aceptable para ser un producto industrial, en el caso del hummus de aguacate esta muy lejos de esa definición.
No hace mucho preparamos en casa un hummus de aguacate que consiste en triturar 6 ingredientes (sin cocinar) y que tenemos preparado en 10 minutos. Podemos asegurar que la receta casera no tiene absolutamente nada que ver con este producto.
En el caso del guacamole la cosa mejora un poco. Al menos sí tiene sabor a aguacate, y aunque la textura lisa y la potencia de los otros ingredientes despista, si añadiéramos tropezones y un poco de imaginación podría parecerse al guacamole malo de algunos restaurantes mexicanos para turistas despistados. Nos tranquiliza saber, eso sí, que al menos este es guacamole con aguacate.
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